La Guardia Civil tendrá a una mujer al frente por primera vez tras 175 años de historia. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, propondrá hoy en el Consejo de Ministros el nombramiento como directora del instituto armado, aceptado por Defensa, de María Gámez, hasta ahora subdelegada del Gobierno en Málaga.

Gámez (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, 1969) coge el relevo de Félix Azón, destituido el martes por el nuevo Gobierno. Marlaska también propondrá hoy la designación como secretario de Estado de Seguridad de Rafael Pérez -juez, como el ministro, que sucede a la también cesada Ana María Botella-, y de Rocío García Romero para dirigir el Gabinete del titular de Interior .

La nueva directora de la Guardia Civil siguió sobre el terreno desde la Subdelegación del Gobierno en Málaga el rescate de Julen, el niño de dos años que cayó el 13 de enero del año pasado en un pozo de la localidad de Totalán. Fue la primera mujer al frente de esa subdelegación y volverá a romper techos de cristal al frente de la Benemérita.

Gámez no es ajena a la Guardia Civil; no en vano en el último año y medio ha tenido que fajarse con los ajustes de cuentas del narcotráfico y organizaciones criminales internacionales en la provincia, víctimas mortales incluidas. Pero sin lugar a dudas, el momento en el que más cerca estuvo de los agentes fue cuando le tocó la difícil papeleta de coordinar los trabajos de rescate de Julen. Su gestión entonces le valió numerosos apoyos y una enorme proyección mediática, aunque la dejó tocada en el plano personal y no pudo esconder las lágrimas tras el rescate del cadáver.

Hija de un farero humilde con otros 10 hijos, Gámez es el mejor ejemplo de cómo la educación puede ser el más potente ascensor social: un benefactor anónimo le sufragó los estudios. Se crió en Estepona y nunca oculta sus orígenes humildes. Ha pasado por casi todos los puestos en las administraciones públicas regionales y locales: fue funcionaria en la Oficina del Defensor del Pueblo y en varias consejerías, y delegada provincial de Innovación. Se sentía socialista, pero no se afilió al PSOE hasta el 2004. Firme militante feminista, en el 2008 se convirtió en delegada del Gobierno de la Junta en Málaga, cargo que dejaría dos años después para disputar la alcaldía.