Dos realidades muy distintas esbozó en el horizonte catalán el primer sondeo oficial de la Generalitat que recoge las secuelas de las condenas a prisión de los líderes del procés, los disturbios posteriores y las elecciones generales. Primera realidad: esta concatenación de acontecimientos apenas ha hecho crecer el apoyo social a la independencia de Cataluña, que se mantendría por debajo del no en un hipotético referéndum de autodeterminación. Segunda realidad: en unas elecciones autonómicas las fuerzas independentistas podrían llegar a sumar hasta 80 escaños, 10 más que ahora, y rebasarían el ansiado listón del 50% de los votos.

El rechazo a la secesión alcanza el 47,9% y supera al sí, que se sitúa en el 43,7%, por 4,2 puntos, según el último barómetro del Centre de Estudios de Opinión (CEO). El trabajo de campo se efectuó, a partir de 1.500 entrevistas, entre el 14 de noviembre y el 5 de diciembre, por lo que recoge solo en parte el impacto de las negociaciones abiertas entre el PSOE y ERC para la investidura de Pedro Sánchez.

«EMPATE PERMANENTE» / El director del CEO, Jordi Argelaguet, aseguró en la presentación del estudio que las posiciones sobre la independencia en el electorado catalán se encuentran en un «empate casi permanente» y que los márgenes de error de la encuesta indican «que las opciones están casi empatadas desde hace bastantes meses».

Aunque en apoyo social el sí a la independencia sigue por debajo del no, en unas elecciones al Parlament las fuerzas secesionistas podrían salir muy reforzadas tras la sentencia del procés y todas sus consecuencias. Según el barómetro del Govern, la suma de ERC, JxCat y la CUP, que ahora es de 70 escaños, podría crecer hasta 10 diputados más, y en votos alcanzaría el 51,7% de las papeletas, cuatro puntos más que en el 2017. Los republicanos ganarían los comicios autonómicos y, de hecho, podrían seguir gobernando con los neoconvergentes sin depender de los anticapitalistas. La otra cara de la moneda es Ciutadans, que, siguiendo la estela de las recientes elecciones generales, podría perder hasta 20 representantes en la Cámara catalana.

El sondeo da la victoria a ERC con 38-39 escaños (ahora tiene 32), seguida de JxCat, que retrocedería hasta los 29-31 diputados (hoy 34). El PSC se mantendría en tercera posición con 24-25 parlamentarios (ahora 17) y luego aparecería Cs, que de ganar las elecciones en el 2017 con 36 representantes caería a la cuarta plaza con 14-16 escaños. Catalunya en Comú-Podem obtendría 11-13 escaños (tiene 8) y la CUP pasaría de 4 a 9-10 diputados. El PPC se situaría en 4-5 parlamentarios (ahora 4) y la extrema derecha de Vox podría irrumpir en el Parlament con 0-2 representantes.