La causa general del Gobierno del Estado contra todo lo que tenga que ver con la organización y celebración de del referéndum del 1-O está logrando el efecto que el soberanismo esperaba cosechar: la cohesión del bloque independentista en defensa de la consulta y su ampliación hacia parte del espacio de los 'comuns'.

Esto es lo que se ha vivido este sábado en la movilización soberanista del centro institucional de Catalunya, la plaza de Sant Jaume de Barcelona, que no sólo ha congregado a buena parte de los 712 alcaldes investigados por la Fiscalía por apoyar el referéndum, sino que ha servido para constatar que la fuerza social independentista está activada. En esta ocasión para arropar a los ediles cuando cruzaban la plaza del Ayuntamiento a la Generalitat. Un apoyo a los alcaldes que también han ofrecido de forma rotunda las máximas autoridades: el 'president' Puigdemont, el vicepresident Junqueras, buena parte del Govern, la presidenta del Parlament, y la alcaldesa de la capital catalana, una Ada Colau que se ha puesto inequívocamente al lado de los investigados y en defensa de la unidad de acción en favor de la democracia y los derechos fundamentales.

Unidad y firmeza sin marcha atrás. Este es el mensaje que han trasladado todas las intervenciones de alcaldes durante la movilización matutina. Tanto las que han tenido lugar en la sede del consistorio barcelonés como las pronunciadas en el palau de la Generalitat. Y en la calle, los ciudadanos gritaban, como los alcaldes: “Votarem! Votarem!”.

Estas muestras de unidad han animado a Puigdemont a mantener un tono muy elevado de denuncia respecto a la calidad de la democracia española. El 'president' se haya dirigido directamente al Gobierno de Mariano Rajoy (y a los que, en el sistema político español, ha dicho, “amenazan, o se lo miran de lado o dan un paso atrás") para advertirles en términos desafiantes que “No subestimen la fuerza del pueblo de Catalunya; pueden tener muchos 'Mazas' [el fiscal general del Estado, José Manuel Maza], muchos 'boes' [en referencial al Boletín Oficial del Estado], muchas leyes, pero no os tienen a vosotros, no tienen al pueblo de Catalunya". Y ha añadido: "Que no subestimen la fuerza de un pueblo que ha tomado la decisión de decidir, de plantarse ante un comportamiento antidemocrático, que ha conseguido incautar libertades fundamentales en una democracia y que recibirá como respuesta la única posible: más democracia y más libertad".

Puigdemont ha cerrado el acto con el mensaje más repetido por los alcaldes: "El día 1 votaremos no solo porque tenemos derecho a ello, porque es legal, sino porque escuchamos al pueblo que nos dice: queremos votar; ¡y tanto que votaremos!".

Diversidad ideológica

El mensaje de la movilización ha sido el de unidad en la diversidad, dado que entre los alcaldes que han intervenido había desde simpatizantes del socialismo a cupaires pasando por ediles del PDECat. Y también representantes del espaico de los ‘comuns’ comenzando por la alcaldesa de Barcelona quien se ha vuelto a mojar en defensa de la votación del 1-O y contra “la vergüenza” que supone la actuación de las instituciones españolas. Por todo ello Colau, encargada de dar la primera bienvenida a los ediles, también se ha dirigido al poder político estatal, como Puigdemont: "El Estado ha de saber que por encima de nuestras diferencias, Catalunya es un solo pueblo y los derechos y libertades que tanto ha costado conquistar los defenderemos con la unidad de toda la sociedad catalana; esto no va de independencia 'sí' o 'no', encontrarán a un solo pueblo", ha proclamado.

En las palabras de todos los alcaldes y alcaldesas la apelación constante a la democracia, al convencimiento de que el referéndum se hará y numerosas denuncias contra el sistema político español, como la que ha lanzado la edil de Badalona, Dolors Sabater: "Esta reivindicación legítima, persistente, pacífica y masiva hace tambalearse al régimen del 78 y hace aflorar sus fundamentos antidemocráticos que han perdurado a lo largo de los años". O la de la alcaldesa de Girona, Marta Madrenas: "Están interviniendo la democracia, nos quieren callados, sometidos, rendidos ¿no os suena lo de 'quieto todo el mundo que dijo aquel?' No nos arrugaremos".