Si hay un valor al alza en el PSC es la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet y viceprimera secretaria del partido, Núria Parlon (Barcelona, 1975). No se prodiga por los medios, pero cuando lo hace no esconde su malestar por el noviazgo entre Ciudadanos y el PSOE.

-¿Está decepcionada por el acuerdo Sánchez-Rivera? El acuerdo Sánchez-Rivera es al único al que se ha podido llegar y, como único acuerdo alcanzable, es mejorable. Nos hubiese gustado uno más plural y que incorporase a otras fuerzas de izquierda. No ha podido ser. Ahora hay que seguir negociando y lo que espero es que Podemos se abstenga y facilite el nombramiento de Pedro Sánchez como presidente de un Gobierno de cambio.

-¿Un Gobierno de cambio con Ciudadanos dentro? Eso hay que pactarlo. Habrá que ver si el acuerdo que se ha firmado es matizable en algunos aspectos para impulsar un proceso de modernización más orientado a las políticas de izquierdas. Es importante que Pedro Sánchez haga valer su mayoría porque son 90 diputados frente a 40.

-Para lograr la abstención de Podemos tendrá que ofrecerles algo. Esto debe plantearse desde un punto de vista bilateral. La pregunta es: ¿facilitará Podemos un Gobierno de cambio? Con una abstención es posible y evidentemente eso comportará algún tipo de cesión por parte de Sánchez, pero esto forma parte de cualquier negociación.

-Las fracturas internas en Podemos le colocan en una situación de mayor debilidad. ¿Es ahora más fácil esa abstención? Eso deberían preguntárselo a Podemos. Cuando en un partido tienes ruido interno y trasciende a los medios, estás más débil. Pero la abstención de Podemos no debe venir por este ruido, sino que debe ser por responsabilidad.

-¿Usted votó en la consulta a la militancia socialista para bendecir el acuerdo con Ciudadanos? Sí, lo hice.

-Aunque el voto siempre sea secreto, ¿nos dirá qué votó? Yo no era partidaria de este acuerdo cerrado exclusivamente con Ciudadanos, pero creo que hay que facilitar el proceso de negociación. La gran mayoría interpretó que había que darle la confianza al secretario general para seguir con las negociaciones para lograr ser investido presidente.

-Pero en Santa Coloma ganó el 'no'. En Santa Coloma la militancia tiene derecho a pensar lo que considere. Y no es una deslealtad hacia la confianza en que el secretario general siga negociando, que además es lo que ha sucedido. Pero lo que teníamos claro algunos compañeros de la agrupación es que ese pacto no nos llevaba a una mayoría de gobierno y nos ataba las manos con Ciudadanos. Aunque era el único acuerdo posible, como se ha visto a lo largo del proceso de investidura.

-Para aclararnos, ¿usted votó 'sí' y la mayoría de su agrupación votó 'no'? No, yo voté que 'no' al acuerdo y lo hice con un mensaje: hace falta continuar negociando pero no solo con un socio que no nos lleva a la mayoría para gobernar.

-¿Le gustaría que el PSC estuviese en la comisión del 'procés', igual que está Catalunya Sí que es Pot? El PSC tiene una posición clara. No podemos situar la reclamación de la singularidad de Catalunya fuera de la legalidad. Y cuando defendíamos la consulta lo hacíamos en este marco de legalidad y de un modelo federal. ¿Por qué el PSC renuncia al derecho a decidir? Porque llega un momento en que queda asimilado al derecho a la autodeterminación. Evidentemente, en este ámbito tenemos diferencias muy significativas con el PSOE, pero creemos que lo que hay que hacer es tender puentes. Porque lo que ha pasado es que Mariano Rajoy no ha tenido ninguna intención de resolver el problema, y las posiciones de máximos del Govern de Artur Mas tampoco han facilitado esos puentes. En cambio, la visita de Sánchez al Palau de la Generalitat es positiva.

-Si más de un 70% de los catalanes apuestan por una consulta y en las generales en Catalunya ganó Podemos, que ha hecho bandera del referéndum, igual no todo el mundo asimila derecho a decidir con autodeterminación.

Debe reconocerme que en todo este proceso ha sido así. Ahora bien, si la consulta puede formularse en un escenario distinto será mucho más fácil. A mí que me digan, con las posiciones que tiene el PP, si es posible plantear una reforma constitucional y, en paralelo, el referéndum de autodeterminación.

-¿Y qué es más difícil: una reforma constitucional con el PP o impulsar una ley de la claridad como la canadiense que acordase los términos de una consulta?

Depende. Hay que empezar la casa por los cimientos. Así que intentemos impulsar los debates para la reforma constitucional, hay que hacerlo con el PP en tanto que es el partido más votado, hablemos con juristas y comparemos modelos. Si al final, una vez hecho todo el camino, en el referéndum final sobre la reforma constitucional, Catalunya no está de acuerdo, siempre se puede presentar esta otra fórmula.

-El PSC celebra su congreso en otoño. ¿Está dispuesta a presentarse a unas primarias para liderar el partido?

Miquel Iceta apuntó la necesidad de abrir el partido, renovarlo. Yo tengo ganas de participar en los debates sociales, en algunos de los cuales debemos tener una posición más de izquierdas. No sé aún si como candidata, acompañando a Iceta o apoyando otra candidatura. Los alcaldes y alcaldesas podemos aportar mucho.

-Ustedes decían que el PSC era el partido que mejor representaba la pluralidad de la sociedad catalana. ¿Cree que todavía es así?

Sí, pero la gente no lo ve y esto es responsabilidad nuestra. Igual que no es responsabilidad nuestra que el PP sea la fuerza más votada en España, que la gente vea al PSC como un partido de centralidad, socialdemócrata y que puede garantizar la gobernabilidad de Catalunya es cosa nuestra.