Pablo Casado avisó hace dos semanas a su equipo de que iba a evitar hablar del aborto, porque sabe que tiene una posición muy conservadora, que no es compartida por algunos dirigentes del PP, y porque cree que es un asunto que la izquierda «usa en contra de la derecha, igual que la exhumación de Franco». Sin embargo, ante las preguntas de los periodistas, le cuesta esquivar el tema. Este domingo, en una entrevista en El Español, Casado afirmó que «es bueno que las mujeres que se vean en una incertidumbre, sepan lo que llevan dentro». Sus palabras fueron censuradas por el Gobierno. La vicepresidenta, Carmen Calvo, las tachó de «graves y ofensivas».

Casado, que también hizo referencia a su hijo -que nació gran prematuro- y a las ecografías diarias que le hicieron para seguir su evolución, ha expresado en varias ocasiones su deseo de volver a una ley del aborto de supuestos como la aprobada en 1985 por el Gobierno socialista de Felipe González. Los plazos de la ley actual de interrupción del embarazo le parecen «excesivos». En esa entrevista, da a entender que cualquier mujer puede abortar hasta la semana 20 y no es así. Con la norma actual, el aborto por voluntad propia es legal hasta la semana 14. Solo se puede llegar a abortar hasta la semana 22 si es por causas médicas.

En una entrevista anoche en TVE, Casado dijo que quiere que las mujeres tengan «información» sobre lo que supone un embarazo y que en España faltan «fondos públicos para quienes quieren ser madres». Incidió, por otra parte, en que aplicará el artículo 155 de manera inmediata si llega a la Moncloa, con el control de TV-3, de los Mossos y las competencias de las cárceles.