El presidente del PP, Pablo Casado, quiere que Pedro Sánchez siga como jefe del Ejecutivo y que logre un acuerdo con Unidas Podemos mañana mejor que en septiembre. El líder de los conservadores no desea unas nuevas elecciones el 10 de noviembre, cuando los españoles volverán a votar si Sánchez no cierra un pacto con los morados. El secretario general del PSOE dispone de tiempo hasta el mediodía pero tendrá una segunda oportunidad en septiembre, cuando el Rey podría volver a pedirle que lo intentara.

Según fuentes consultadas por este diario, Casado considera que unos comicios el próximo otoño no favorecerían sus intereses políticos. «Sería como jugar a la ruleta rusa», subraya un miembro de su gabinete. Pese a que el dirigente de los populares cree que tendría alguna posibilidad de que la derecha (PP, Ciudadanos y Vox) sumara «si los españoles pierden el miedo» a la fuerza radical y si Íñigo Errejón se decide a lanzar su nueva formación (Más Madrid) a nivel español, el líder popular aspira a contar con algo más de tiempo para asentarse a la cabeza de su partido antes de volver a enfrentarse a las urnas.

Los cálculos que han hecho en la planta séptima de Génova para reconquistar la Moncloa incluyen la formación de un Gobierno de coalición de Sánchez con dirigentes de Podemos y una legislatura en la que «la precariedad parlamentaria» (ambos partidos no suman mayoría absoluta) se vea reflejada «semana tras semana», al no poder sacar leyes adelante y «ver cómo es casi imposible aprobar unos nuevos Presupuestos». En esa ecuación, además, hay que incluir, la dificultad que tendrá ese Ejecutivo de coalición para contar con los 14 diputados de ERC y los cuatro de JxCat por dos razones, recuerda un miembro del comité ejecutivo: la sentencia del ‘procés’, cuyo impacto en la sociedad catalana es difícil de prever, aunque los mensajes de Quim Torra, con su «ho tornarem a fer», auguran otro otoño movido; y el posible adelanto de las catalanas si a Carles Puigdemont le interesa.

LAS AUTONÓMICAS / Ese contexto y la convivencia entre el PSOE y Podemos en el Gobierno puede dar lugar a una situación caótica que acabe motivando que la legislatura sea de nuevo corta. «Dentro de dos años, con Casado ya más consolidado en el partido, sí que podemos volver a la Moncloa y, probablemente, sin la necesidad perentoria de Ciudadanos y Vox», añade el miembro del gabinete.

El dirigente de los populares no pierde de vista a Albert Rivera. En esa estrategia del PP, Casado espera que Ciudadanos empiece «a desinflarse» en los comicios autonómicos que se celebrarán en los próximos 12 meses en Cataluña, País Vasco y Galicia, admite un dirigente territorial. Según el sondeo publicado por este diario, los naranjas pueden caer de primera a cuarta fuerza (de 36 a 22-23 escaños) en el Parlament, una tendencia que dañaría la imagen de Rivera ante la llamada a las urnas en las otras dos comunidades. Los populares tampoco tienen fácil esas tres convocatorias electorales, aunque consideran que, salvo en Galicia, donde aún no se sabe si se volverá a presentar Alberto Núñez Feijóo, ya han tocado «fondo» y no pueden caer más.