De visita ayer en el Mobile World Congress (MWC), Pablo Casado presentó una «ley de lenguas» que relega el catalán a un uso opcional y eleva el castellano a vehicular. En plena precamapaña, el líder del PP aseguró que esta iniciativa ya está redactada en su programa electoral de forma expansiva a todo el Estado, por lo que, si llega a la Moncloa, las lenguas cooficiales pasarían a ser «un mérito pero no un requisito excluyente». Casado proclamó la necesidad de regular el castellano en base al artículo 3 de la Constitución -«que establece que todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla»- en cuatro ámbitos: el administrativo, el empleo público, la enseñanza y la señalización. El dirigente defendió que su idea «consagra la igualdad de oportunidades entre los españoles». «Las lenguas cooficiales son una riqueza pero el nacionalismo las ha aprovechado como una barrera identitaria», espetó.