El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, defendió ayer que estará en la llamada Comisión Delegada para Asuntos de Inteligencia, que entre otras cosas controla la actividad del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), porque se lo ha pedido el presidente Pedro Sánchez y porque forma parte de la «normalidad democrática». Así lo confirmó ayer en una entrevista a TVE al ser preguntado por su presencia en ese órgano de control, que aprobará hoy el Consejo de Ministros.

El líder de Podemos, que tendrá acceso a los secretos de Estado, respondió a los que cuestionan su idoneidad para formar parte de esa comisión, que es «muy llamativo» que haya quien piense que «según en el partido en el que estás, puedes estar en según qué centros de coordinación». «El voto de los ciudadanos españoles tiene el mismo valor, independientemente del partido al que voten», defendió Iglesias, para añadir que cuando hay un Gobierno de coalición, «es lógico que en el espacio de coordinación haya gente que pueda representar la manera en la que votan los ciudadanos».

Lo que no es lógico, según Iglesias, «es que haya algunos que parece que les molesta la democracia», en el sentido en que cuestionan que si un partido que ha sido votado por los españoles llegue al Gobierno, integre los diferentes órganos de coordinación que componen ese Ejecutivo.

Las críticas a este ingreso llegaron de todas partes. Una de ellas fue la del expresidente Felipe González, quien disparó sus dardos a un lado y a otro, e incluso veladamente al propio PSOE. En una conferencia en la Asociación Valenciana de Empresarios, cuestionó la necesidad de que el vicepresidente Pablo Iglesias tenga un sitio en la comisión delegada del Gobierno para asuntos de inteligencia.