El Parlamento de Cataluña rechazó el «golpe de Estado» de la JEC, un día después de que esta inhabilitara a Quim Torra. JxCat, ERC y la CUP hicieron prosperar una propuesta de resolución que ratifica a Torra como diputado -y, por tanto, president- y reivindica el derecho de Junqueras, Comín y Puigdemont a ser eurodiputados.

El texto denuncia una causa general contra el independentismo y exige el fin de la represión y el reconocimiento del derecho a la autodeterminación. La incógnita era qué haría el PSC. La decisión de la JEC era un torpedo a la investidura de Sánchez, poniendo en riesgo el gobierno de coalición. Tanto el PSC como Catalunya en Comú Podem intentaron evitar estar ni en la misma orilla que los independentistas ni en la del PP y Cs, con resoluciones propias. Ambas formaciones reivindicaron blindar la presidencia de la Generalitat a pesar de Torra, cuya gestión criticaron.

ERC y JxCat votaron casi todos los puntos de la moción de los comunes, menos el último, que señalaba que el gobierno de coalición de Sánchez e Iglesias puede desbloquear la cuestión catalana.

Mientras los socialistas instaban a Torra a agotar la vía judicial hasta el Supremo, los comunes acusaron a la JEC de formar parte de «la estrategia de la derecha para interferir en el debate de investidura». Cs y PP cargaron contra Torra y los socialistas, y la CUP lamentó que PSC y los comuns «obvian dos años de exilio y prisión».