Inés Arrimadas patinó ayer con los barones del PSOE. La portavoz de Ciudadanos en el Congreso convocó una rueda de prensa en la que anunció que se disponía a telefonear a los dirigentes territoriales del partido de Pedro Sánchez para pedirles que eviten que saque adelante su investidura con la abstención de ERC. El efecto bumerán tardó poco. Muchos de ellos le respondieron en Twitter para recordarle que Ciudadanos tiene en su mano lograr que el Ejecutivo no dependa de los independentistas: los 10 diputados naranjas deben votar sí.

«Arrimadas lo tiene muy fácil. En vez de llamar tanto que vote a favor de la investidura de Pedro Sánchez», le escribió el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. La expresidenta de la Junta de Andalucía Susana Díaz, le recomendó que haga «menos llamadas» y que apoye a Pedro Sánchez para «dejar de bloquear el Gobierno que España necesita». «Basta con que Ciudadanos vote a favor. De haberlo hecho antes, no hubiésemos tenido nuevas elecciones», le reprochó el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres.

Según un comunicado que Ciudadanos hizo público por la noche, Arrimadas solo telefoneó a Fernández Vara, a Emiliano García Page, presidente de la Junta de Castilla y León, y a Javier Lambán, presidente de Aragón. El primero se negó a hablar con ella, según los naranjas. A los otros dos les trasladó «la necesidad de hacer recapacitar» a Sánchez.

Ni Page ni Lambán despreciaron la iniciativa de Arrimadas en Twitter, al contrario que hicieron algunos de sus compañeros. «Todo lo que tenía que decir sobre los pactos ya lo he dicho. No voy a añadir más ruido», escribó el presidente aragonés, una de las voces críticas con el acercamiento a ERC. También hace unos días Page llegó a decir que no esperaba que le tuvieran que regalar vaselina para Reyes, en referencia al pacto con los republicanos. Arrimadas también habló con Coalición Canaria, Teruel Existe y el Partido Regionalista de Cantabria cuya abstención o voto afirmativo reclama el PSOE. La diputada recordó que, en diciembre del 2015, los barones lograron vetar que Sánchez iniciara contactos con Podemos, porque rechazaban que el partido de Pablo Iglesias aceptara la posibilidad de realizar una consulta sobre la independencia. Ahora, esa consulta, en un acuerdo de redactado ambiguo, se ha pactado entre el PSOE y ERC.

Sobre este asunto, el PP ya avisó de que no permitirá que se toque «ni una coma» de la Constitución. Cualquier modificación requiere del apoyo de 210 diputados, por lo que el concurso de los populares sería indispensable.

Nueva Canarias anunció ayer su apoyo explícito. En un tuit, el PSOE hizo oficial que Teruel Existe apoyará la investidura de Sánchez. El PRC de Revilla votará no porque el pacto con ERC es «inasumible». La cuenta de síes sube a 166, por 164 noes. Quedan en el aire BNG y Coalición Canaria.