La Mesa del Congreso, el ente que rige la Cámara baja, se ha inclinado este jueves por no llevar a cabo la sesión de control al Gobierno, convocada para el 20 de abril, ante la anunciada in comparecencia de los ministros, que se niegan a rendir cuentas debido a que se encuentran en funciones. La idea ha sido defendida por el presidente del Congreso, Patxi López, y el PSOE, Podemos y C’s se han mostrado de acuerdo, según fuentes parlamentarias. De esta manera, se evitaría una imagen sin precedentes: los diputados interpelando a los miembros del Ejecutivo y estos, mientras tanto, fuera del hemiciclo.

La decisión definitiva, sin embargo, no se adoptará hasta elpróximo martes, cuando se reunirá la junta de portavoces. El control había sido incluido en el orden del día y para alterarlo se necesita la unanimidad de los miembros de este órgano. La sintonía de socialistas, morados y naranjas a la hora de suspender la sesión prefigura que esta no acabará teniendo lugar, pero no se da por seguro. De la Mesa del Congreso no forman parte ERC, Democràcia i Llibertat y el PNV, grupos que podrían tener un parecer distinto, forzando a la celebración de la sesión.

Fuentes parlamentarias defienden una solución intermedia: que en lugar de formular preguntas a los ministros, los portavoces de los grupos dispongan el 20 de abril de un tiempo tasado, de escasos minutos, en el que puedan denunciar la incomparecencia del Gobierno.

LAS PREGUNTAS

Al mismo tiempo, la Mesa del Congreso ha admitido 14 de las 18 preguntas que se habían presentado. Entre ellas, figura una de Pedro Sánchez a Mariano Rajoy precisamente sobre su rechazo a someterse al control parlamentario; otra de Albert Rivera, también al presidente en funciones, acerca de si respalda a su ministro de Industria, José Manuel Soria, tras conocerse que ha mentido al rechazar cualquier vínculo con empresas en paraísos fiscales, y una última de Pablo Iglesias sobre si el jefe del Ejecutivo está dispuesto a una reforma de la Constitución.