Pau Pérez Villán, la ya tristemente conocida como víctima número 15 de los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils, apenas 24 horas antes de morir apuñalado por el terrorista que había sembrado el pánico y el caos en la Rambla de la ciudad condal, se encontraba en Benicàssim disfrutando del Rototom, en compañía de una amiga.

Según ha podido saber Mediterráneo, Pérez, que estaba disfrutando de unos días de vacaciones con unos familiares (unos tíos, una prima y su abuela) en la localidad benicense, acudió al certamen de reggae y visitó diversos estands del foro social en calidad de voluntario cooperante. Miembro de la oenegé Pasaporte para la Cooperación, no quiso desaprovechar la oportunidad de intercambiar vivencias y reflexiones sobre sus labores humanitarias en el Foro Social del Rototom, según las mismas fuentes consultadas por este rotativo. Pérez estuvo en Haití participando en la reconstrucción del país tras el terremoto del 2010.

Previamente, antes de acudir al Rototom estuvo en Castellón capital en compañía de unos amigos. En principio, Pau Pérez iba a regresar a Vilafranca del Penedés, localidad donde residía, en compañía de sus familiares el jueves --día de los atentados--, pero adelantó su regreso en la misma noche del miércoles.

Ni por asomo imaginaba que, al día siguiente, la muerte le estaría esperando en la avenida Diagonal de Barcelona, cuando el terrorista islámico autor de la matanza de la Rambla, que había huido a la desesperada tras abandonar la furgoneta, se apoderó de su vehículo cuando estaba aparcando, asestándole varias puñaladas que acabaron con su vida.