Un día después de que tirase la toalla y asumiera la inevitabilidad de las elecciones al ser imposible un entendimiento entre Podemos y Ciudadanos y un gobierno formado solo porsocialistas e independientes como el que proponía, Pedro Sánchez ha apelado al electorado del partido morado supuestamente desencantado con Pablo Iglesias. "Hay muchos votantes de Podemos que han descubierto ahora a Iglesias para mal. Pero hay demandas de quienes votaron a Podemos que son legítimas. Iglesias no representa al votante de Podemos", ha señalado este miércoles el secretario general del PSOE sobre quienes apoyaron al partido morado el pasado 20 de diciembre.

A dos meses de los comicios del 26 de julio, gran parte de la estrategia del PSOE se centra en intentar conquistar a quienes votaron a Podemos en la última cita con las urnas, aludiendo a la presunta incapacidad para pactar de Iglesias y a las diferencias en el seno de la formación morada. Sánchez, en una entrevista en la COPE, ha argumentado que las "tesis moderadas" en el joven partido y proclives a un pacto con los socialistas, representadas bajo su punto de vista por el número dos, Íñigo Errejón, han sido derrotadas por "el ala dura".

LA IRRELEVANCIA DE LOS MINISTERIOS

La reflexión más novedosa de Sánchez, sin embargo, ha tenido que ver con la exigencia de Podemos de formar parte de un ejecutivo presidido por el líder del PSOE. Según el secretario general, el complejo equilibrio de fuerzas que surgió el pasado 20 de diciembre, que en principio será muy similar al que saldrá dentro de dos meses, hacía que la importancia de ocupar ministerios fuese mucho menor que antes, ya que el Parlamento iba a tener una gran capacidad de controlar, orientar y condicionar al Gobierno. De hecho, para Sánchez, la cuestión es casi irrelevante. "En un Parlamento tan fragmentado, ¿qué más da quién esté en el Gobierno?", se ha preguntado.

Sánchez, por último, ha explicado que fue "un error" su carga contra el presidente en funciones, Mariano Rajoy, durante el agrio cara a cara que mantuvieron en la pasada campaña. "Usted tendría que haber dimitido hace dos años por los SMS a Bárcenas. El presidente del Gobierno tiene que ser decente y usted no lo es", le dijo al líder del PP el 15 de diciembre. "Podría haber utilizado otra expresión. Me equivoqué", ha reconocido este miércoles.