"No se puede ser grande a nivel nacional siendo una anécdota en Cataluña". Así de contundente se ha mostrado Pedro Sánchez con el PP, hurgando en las "debilidades de un proyecto que tiene menos apoyos en Cataluña que una fuerza antisistema". Durante su comparecencia junto a Miquel Iceta para valorar los resultados de los comicios y el escenario que se dibuja, el líder del PSC se ha encargado de hacer la autocrítica de la campaña socialista, mientras que el del PSOE ha aprovechado para hacer sangre con el descalabro electoral del partido de Mariano Rajoy, al que le ha reclamado una "solución política".

Desde su punto de vista, la única manera de "ganar al independentismo" pasa porque Rajoy mueva ficha. "Ha llegado la hora de que el Gobierno asuma responsabilidades y proponga una solución política (...). Está en peligro la convivencia en Cataluña y la recuperación de la economía española", ha rematado Sánchez, que ha viajado a Barcelona para asistir a la reunión de la ejecutiva del PSC que ha analizado el mapa que se configura tras el 21-D. Aunque no hayan crecido tanto como esperaban, la lectura que él hace es que los socialistas han ganado en el ring catalán al PP un asalto en el combate particular que ambos libran en clave española. Para Sánchez, de las dos fuerzas "llamadas a gobernar España", el PP y el PSOE, los socialistas son ahora el único partido "capaz de vertebrar este país y con presencia notable en todos y cada uno de los territorios". "Al independentismo se le va a ganar construyendo un proyecto de regeneración política nacional, basado en valores de izquierda, constitucional y basada en la justicia social, la igualdad y la vertebración. Y el único partido capaz de hacerlo, una vez se ha visto agotado el proyecto del PP, es el PSOE", ha sentenciado.

El proyecto político nacional del PP cuenta con menos apoyos en Catalunya que una fuerza antisistema

pestañeado ante esta pregunta, asegurando que no le preocupa lo más mínimo. En este sentido ha apuntado que si alguien tendría que estar nervioso por el subidón de la formación de Albert Rivera es el PP, canibalizado en Cataluña por la naranja mecánica y con quien compite por el voto conservador.

La autocrítica de la campaña del PSC la ha dejado para el primer secretario del PSC. Iceta ha logrado frenar 18 años de caída en votos y escaños de su partido en las elecciones al Parlament, pero que no se ha traducido en la remontada esperada. "Quizás no hemos contado con la excepcionalidad de estas elecciones, no hemos generado suficiente confianza en los sectores populares no independentistas y la tercera vía no se ve aún como la solución para superar una situación tan polarizada", ha reflexionado Iceta.

Dos elementos pueden haber resultado claves en el final de una campaña que había transcurrido sin sobresaltos. A nadie se le escapa que la carta de Josep Borrell para intentar arañar votos a Ciutadans en el último tramo no ha surtido el efecto esperado y varias voces dentro del partido consideran que frases de perfil grueso como la famosa referencia a la necesidad de "desinfectar las heridas" pueden haber sido contraproducentes. Y que los titubeos con los indultos han dado más combustible a Inés Arrimadas y Rivera en su meteórico crecimiento en el frente antiindependentista.

¿Y ahora qué? Aunque ambos asumen que habrá un nuevo Govern independentista, tanto Sánchez como Iceta han querido recordar que el independentismo sigue sin ser capaz de superar el umbral del 50% de apoyos. "Han ganado en escaños pero no en votos. Si ayer no tenían mayoría social para avanzar en el camino de la independencia, hoy menos. No se puede intentar gobernar para el 47% sino para el 100%", ha exclamado el secretario general del PSOE. Por ello, tras apuntar que la "fecha de caducidad" de la aplicación del 155 será "cuando se constituya un nuevo gobierno de Cataluña", espera que Carles Puigdemont o quien se ponga al frente del nuevo ejecutivo se olvide de la unilateralidad. "Deben atenerse a la legalidad constitucional y estatutaria porque si algo funciona en España es la Constitución, el Estatut y la democracia, no la unilateralidad".