El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha mantenido este sábado en Málaga la mano tendida a Podemos para formar un "gobierno del cambio" aunque sea en el último minuto de la legislatura, y ha señalado que ambas formaciones tienen un objetivo común: echar al PP de la Moncloa. “Podemos no es el adversario; lo es la corrupción, la desigualdad y la falta de oportunidades. Por eso queremos acabar con el Gobierno de Mariano Rajoy". Y ha remachado que con su dimisión el viernes, tras conocerse que tenía sociedades 'offshore', el ya exministro de Industria José Manuel Soria "ha enseñado el camino" al presidente en funciones.

Sánchez siempre se ha mostrado partidario de un acercamiento a Podemos, pero su contundencia de este sábado contrasta con la tesis esgrimida por su más directa rival interna, la 'lideresa' del PSOE andaluz, Susana Díaz. En una reunión del comité federal socialista, la presidenta de la Junta se manifestó tajante al asegurar que la formación de Pablo Iglesias “es el enemigo”, y siempre ha mantenido que su objetivo es hacer desaparecer a los socialistas. Por el contrario, este sábado, en tierras andaluzas, Sánchez ha insistido en buscar una alianza con Podemos, al entender que en la situación actual “lo malo es que continúe la agonía de un Gobierno en funciones" del PP. “Y lo peor es darle una nueva oportunidad con la repetición de las elecciones", ha advertido.

PRESIÓN CON LA CORRUPCIÓN

En este punto, el líder del PSOE ha aludido a los continuos casos de corrupción que salpican al PP (“Parece una serie policiaca, cada semana una nueva entrega”, ha ironizado) como principal argumento para que los de Iglesias acaben sumándose al acuerdo que ya ha suscrito con Ciudadanos. “¿Qué más argumentos se necesitan para poner fin al Gobierno de la vergüenza y dar paso a un Gobierno social?”, se ha preguntado, mostrando su disposición a negociar aquellos puntos sobre los que haya desavenencias y animando a poner en marcha cuanto antes todas aquellas medidas del acuerdo (que incluye unos 200 puntos) en las que sí hay coincidencia, como las referidas a temas sociales y Estado del bienestar.

Para Sánchez, los escándalos judiciales y el anuncio de nuevos recortes hacen que “el cambio sea hoy más importante que nunca” para sacar a España "de la desigualdad, los recortes y el enfrentamiento entre territorios". “No debe esperar”, ha subrayado, tratando de dejar en evidencia que el “único obstáculo” es la formación morada. El líder socialista ha contrapuesto entonces la fórmula de los 161 escaños --promovida por Iglesias con la suma de PSOE, Podemos y fuerzas independentistas-- con la de los 199 diputados --los diputados que aglutinan PSOE, Podemos y Ciudadanos--. Y ha asegurado que las tres formaciones comparten un mismo objetivo, el cambio, como demuestra que hayan votado de forma similar en la mayoría de las iniciativas que se han llevado a cabo en el Congreso de los Diputados.

Así, ha justificado que la nueva política no la conforman los bloques ideológicos, “una vieja política” bajo la cual la aritmética parlamentaria no permite formar gobierno. Por eso, Sánchez ha defendido que la suma debe provenir “del otro eje, el de cambio o continuidad”.