'Pablistas’ y ‘errejonistas’ admiten que la disputa vivida hasta ahora en Podemos es solo el prólogo. Ambos bandos reconocen que se preparan para afrontar su batalla más dura, la lucha por controlar el poder en Madrid, la federación que es el corazón del partido y cuya nueva dirección debe elegirse el 9 de noviembre.Las dos familias creen que están en condiciones de ganar, pero la mera decisión de concentrar todos los esfuerzos en esta pugna parece indicar que la balanza no está tan claramente inclinada como proclaman. Sin embargo, si en algo están de acuerdo, es en que el vencedor decidirá el futuro del partido en clave estatal: si Podemos vira para ser la fuerza "plebeya radical" que defiende Pablo Iglesias, o el movimiento "popular trasversal" que postulaÍñigo Errejón.

Fuentes próximas al líder confirman que se implicará directamente en la campaña. Admiten que ha terminado el tiempo de la inocencia, que quedan atrás las “ingenuidades de novato” y que van a salir "con todas las fuerzas" a conquistar el lugar donde anida el poder del partido. La crisis en el PSOE y el desvanecimiento del sueño de un gobierno progresista les ahorra la discusión sobre cómo afrontar las negociaciones de un gobierno, pero usarán distintos relatos de la implosión socialista como munición para la disputa interna.

El secretario general defiende al senador Ramón Espinar como candidato: le reivindicará ante la militancia y tratará de buscarle más presencia en los órganos del partido, cuyo consejo ciudadano estatal se reúne el sábado. Sus defensores opinan que el escándalo de las ‘tarjetas black’ de Cajamadrid, por el que su padre está imputado y a quien la fiscalía pide 4 años de cárcel en un juicio que acaba de comenzar en la Audiencia Nacional, no restará votos entre una militancia que, insisten, elegirá mayoritariamente lo que defienda el líder.

PERDER EL AYUNTAMIENTO

Tanto es así que están convencidos de que la candidata ‘errejonista’, Rita Maestre,dará un paso atrás y se retirará para dejar a la exdirigente de IU Tania Sánchez como número uno, antes de arriesgarse a perder frente al senador. Con esa maniobra, sostienen, Maestre -que es portavoz en el ayuntamiento de la capital y mano derecha de Manuela Carmena- podría retener la alcaldía cuando la juez se retire, previsiblemente en mayo del 2019. Si no es así, se mantiene hasta el final y pierde la batalla por Madrid, los ‘oficialistas’ se considerarían legitimados para arrebatarle el puesto en el consistorio y reclamarlo para Espinar.

El aviso a navegantes pone en evidencia el alto voltaje que tiene la disputa, que se recrudecerá en los próximos días, en la campaña ante la militancia. “Vamos a salir a darlo todo”, admiten los ‘pablistas’, que vaticinan el paso atrás de Maestre. Fuentes afines a Adelante Podemos desmienten esta maniobra y consideran que la mera sugerencia de jugar con puestos en el ayuntamiento es ilustrativa del carácter “poco integrador” de la candidatura adversaria. Dicen querer “un Podemos pacificado en Madrid” que “no esté al servicio del secretario general del partido”.

DE QUIÉN SON LOS MILITANTES

El entorno de Iglesias reconoce que la presentación de la candidatura de Maestre les pilló por sorpresa y que Errejón consiguió imponer un terreno de juego que les resulta incómodo. Aducen que si son duros es porque el ‘número 2’ jugó con aspereza. Contaban en no tener adversarios del bando del secretario político y retener el poder en Madrid, ahora en manos de Luis Alegre, cargo de la estrecha confianza de Iglesias, que deja el puesto.

Creen que Errejón tiene una enorme capacidad de seducción hacia un electorado transversal. Reconocen que ha sabido construirse como referente intelectual, y le reclaman como "imprescindible" en el partido. Pero consideran que la militancia se mueve en“códigos binarios más básicos” y le resulta complicado “comprender” un mensaje “tan ambiguo”. Afirman que los inscritos están más cerca del mensaje de Iglesias que del de el 'número 2', que las bases son más puristas que el conjunto del electorado y que el resultado del 26-J demuestra que han de huir de la institucionalización.

DOS LECTURAS DE LA CRISIS

Las dos almas de Podemos hacen lecturas distintas del desgarro en el PSOE. Para los afines a Iglesias, es la demostración de que no se puede confiar en un partido con un ala que defiende al IBEX-35 y que les ha tratado como una "fuerza subalterna". Errejón dice, en cambio, que no fueron "todo lo flexibles" que deberían haber sido tras el 20-Dpara evitar una vuelta a las urnas y, a la postre, una crisis en el socialismo que parece acercar a Mariano Rajoy a la reelección. Lo debatirán el sábado, en un CCE en el que analizarán la crisis de su adversario natural con un cierto síndrome de Estocolmo.