En las dos elecciones generales del año pasado, Podemos y los ‘comuns’ insistían en que Pedro Sánchez tenía que elegir entre Cs o ellos. Ahora, el presidente español ha visto como las tres últimas extensiones de los decretos de alarma se aprobaban con los votos de morados y naranjas. Pablo Iglesias y los ‘comuns’ intentan hacer oídos sordos al runrún creciente de que Inés Arrimadas y compañía podría pasar de azote del gobierno de coalición a socio preferente. Pese a que desde el Ejecutivo se deja caer, timidamente, que se tenderá la mano a todos los partidos para futuros pactos, en Podemos parecen tener claro que el apoyo de los liberales se circunscribe a la situación actual y que, cuando la crisis sanitaria termine, las aguas volverán a su cauce y Cs estará, una vez más, en contra del Ejecutivo.

"Vemos difícil contar con el apoyo de un partido como Cs que tiene un programa económico radicalmente opuesto", señalan fuentes de Unidas Podemos que consideran que las propuetas de los liberales son incompatibles con el pacto de investidura que firmaron con los socialistas.

Además, prácticamente descartan que el diálogo con los naranjas llegue a buen puerto para la aprobación de unos nuevos Presupuestos Generales del Estado -actualmente sigue vigente el que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy semanas antes de la moción de censura-. Según explican, las próximas cuentas públicas deben tener como base un nuevo sistema de impuestos que aumente la justicia fiscal y que grave más a las grandes fortunas. Un planteamiento que, dicen, choca de pleno contra los principios de Ciudadanos.

Tender la mano

No obstante, no rechazan el 'sí' de los de Arrimadas siempre que se trate de ampliar el estado de bienestar. "Ciudadanos siempre se ha caracterizado por ser una fuerza neoliberal y recentralizadora. Si ahora quiere apoyar un impuesto a la riqueza o el ingreso mínimo vital, no seremos nosotros los que no les damos la bienvenida", señalan fuentes de los ‘comuns’. "Nuestros socios prioritarios son las fuerzas progresistas que apoyaron la investidura y es con quien pensamos para sacar adelante las medidas sociales necesarias para salir de la crisis económica", añaden desde la confluencia.

Aunque sea la tercera votación con apoyo de Cs, creen que sigue siendo algo instrumental e insisten en mantener el bloque de la investidura. "Trabajaremos para que sea así", aseguran, apuntando que mantienen las vías de interlocución con los republicanos. "Estamos condenados a entendernos con ERC", señalan fuentes de la formación.

Además, en las filas moradas están convencidos de que el acuerdo con EH Bildu para derogar la reforma laboral y el nuevo acercamiento de ERC aleja cualquier temor de sus votantes por su acuerdo con Cs.