E l diputado de Unidas Podemos y secretario general del PCE, Enrique Santiago, aseguró ayer que es la Casa Real la que tiene que explicar los asuntos relacionados con la decisión del rey Juan Carlos I de trasladar su residencia fuera de España, y «no el Gobierno».

Esta misma semana, el presidente del Grupo Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, sostenía que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, tenía que comparecer en la Cámara Baja para informar sobre la decisión del monarca, además de apuntar a la presencia del actual Jefe del Estado para que explicara este asunto a las Cortes. Después, las formaciones indedentistas pidieron formalmente la comparecencia del propio presidente Pedro Sánchez.

«Sólo faltaba que acabáramos teniendo que pelearnos con el PSOE e interfiriendo en las tareas de Gobierno», afirmó Enrique Santiago, que ha reconocido discrepancias con la formación socialista respecto a la organización del Estado, pero llamó a «fortalecer» la acción del Gobierno. En este sentido, Santiago volvió recalcar que es la Casa Real la que tiene que dar explicaciones, bien en el Palacio de La Zarzuela, o bien pidiendo una comparecencia voluntaria en el Parlamento, pero no el Ejecutivo, «al margen de las erróneas declaraciones de algunos miembros de PSOE».

En las filas del PSOE, las opiniones son también dispares. Izquierda Socialista (IS), la corriente de opinión crítica interna del PSOE, reafirmó ayer su posicionamiento a favor del republicanismo como modelo de Estado más adecuado a una sociedad democrática y sostiene que «las informaciones a modo de explicaciones» dadas desde Casa Real sobre Juan Carlos I son «insuficientes».

«Ni creímos en su día en defensas personalistas para argumentar a favor de la Corona ni lo vamos a hacer ahora en contra» pero, afirman, la «cruda realidad impide poder abstraerse de los hechos que afectan al anterior jefe de Estado». Por ello, IS afirma, desde sus principios ideológicos, «que cualquier ciudadano sin excepción debe tributar a las arcas públicas en función de sus rentas y riqueza personal, máxime cuando como en este caso van unidas la necesaria transparencia y la obligada ejemplaridad».

La corriente crítica no pretende abrir un debate en el seno del PSOE sino reafirmar sus convicciones, y apela a la «unidad y corresponsabilidad» de todos los socialistas apoyando al partido y facilitando la cohesión del Gobierno de coalición. Entiende IS que el debate deberá abordarse en el marco de una sociedad democrática pero desde «la oportunidad, la madurez y el sosiego». H