El Gobierno municipal del Ayuntamiento de Madrid iniciará los trámites para dotar a la Policía Municipal de las pistolas eléctricas táser, dadas las "continuas intervenciones en las que los policías se ven inmersos y en las que deben intervenir usando medios proporcionados y garantistas". Así lo ha anunciado este martes en el Pleno de Cibeles el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, quien ha precisado que estos dispositivos permitirán abordar situaciones operativas en las que "se deba hacer uso de la fuerza sin emplear armas de fuego, ofreciendo una alternativa moderada en situaciones de crisis al constituir esta herramienta un sistema técnico incapacitante".

Su uso se llevaría a cabo en este tipo de situaciones y cuando resulten "ineficaces" otros medios no violentos para inmovilizar, detener o impedir la fuga de una persona que manifieste un peligro inminente de lesionar a terceros o a sí misma, cuando deba ejercerse la legítima defensa propia o de terceros y cuando deba impedirse la comisión de un delito.

"La utilización de este dispositivo, en todo caso, lo deberán llevar a cabo los agentes bajo los habituales principios de proporcionalidad, congruencia y oportunidad", han precisado fuentes del área de Seguridad y Emergencias.

MÁS DE 200 DISPOSITIVOS

Así, el Consistorio iniciará los trámites que concluyan en la adquisición y reparto de más de 200 de estas pistolas eléctricas entre las 22 unidades de la Policía Municipal de distrito (el de Centro cuenta con dos unidades) y algunas unidades policiales específicas (UAS, Medio Ambiente). Los policías municipales serían instruidos para su empleo y superarán una capacitación específica.

El Ayuntamiento quiere destinar para la compra de estos dispositivos cerca de 500.000 euros, unos 2.000 euros por equipo. Cada uno de ellos incluye el dispositivo y una cámara de visionado y grabación para registrar cualquier intervención. Los equipos estarían instalados en los vehículos policiales.

ALTO VOLTAJE, BAJA INTENSIDAD

Los dispositivos eléctricos de control emplean alto voltaje y baja intensidad que provocan, al usarse, que los músculos de quien reciba la descarga se contraigan involuntariamente mediante una parálisis temporal. Esto permite que la detención del individuo se realice de una manera segura.

Los modelos más habituales, como los de la marca Taser (cuyo nombre se utiliza de forma genérica para definir este tipo de dispositivos), lanzan dos dardos unidos al arma mediante cable, de tal manera que al alcanzar el cuerpo se transmite la carga que provoca la parálisis temporal del sujeto.

Estos dispositivos son "ampliamente utilizados" en los países más desarrollados (como Alemania, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos o Noruega). Organismos internacionales de los que España forma parte (como Naciones Unidas) recomiendan su uso frente a las armas letales, lo mismo que otros organismos internacionales de apoyo a los derechos humanos en determinadas circunstancias y bajo determinadas premisas.