El 20 de diciembre del año pasado, al día siguiente del atropello masivo en un mercadillo navideño de Berlín, el Policía Nacional remitió un oficio a a todas sus jefaturas, a las policías autonómicas y a las municipales para que instasen a los ayuntamientos a adoptar "medidas de protección física en espacios públicos" que impidiesen ataques similares "en lugares de alta concurrencia de personas".

"La protección de estos espacios públicos se debería llevar a cabo por los ayuntamientos mediante la instalación provisional de grandes maceteros o bolardos en los accesos a los mismos que dificulten o impidan la entrada de vehículos", aconsejaba la circular. Sin embargo, la Rambla barcelonesa carecía de estas medidas de protección, una ausencia que desde el jueves se echan en cara las tres administraciones implicadas: Gobierno, Generalitat y ayuntamiento.

"NINGUNA AMENAZA CONCRETA"

Tras recibir aquella directriz, los Mossos d'Esquadra se desmarcaron alegando que la seguridad ciudadana era una competencia de la Generalitat, que convenía evitar el "alarmismo" y que en Cataluña no se había detectado "ninguna amenaza concreta" por parte del yihadismo, en palabras del portavoz de la policía autonómica, Xavier Porcuna.

"Claro que se bloquearán los accesos a los espacios con aglomeraciones de ciudadanos cuando se considere que esta es la mejor manera de protegerlos, pero no daremos ninguna orden genérica ni indiscriminada", aseveró Porcuna. Este sábado, en cambio, el portavoz del Govern, Jordi Turull, se ha escudado en "razones técnicas" para justificar que no se atendiese el consejo de la Policía.

NUEVA CIRCULAR

Tras el atentado de la Rambla, el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, señaló a la Conselleria d'Interior como responsable de las medidas de seguridad antiterrorista y, por consiguiente, de la ausencia de bolardos. "Jamás el Ayuntamiento de Barcelona se ha negado a poner bolardos. Siempre que se le ha requerido, lo ha hecho", ha tuiteado Pisarello. Pero la propia alcaldesa, Ada Colau, ha descartado "llenar Barcelona de barreras" subrayando que debe seguir siendo "una ciudad en libertad".

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha recordado este sábado que sería "conveniente" que todos los ayuntamientos cumplieran la circular de diciembre. Horas después, su número dos, José Antonio Nieto, emitía un oficio reiterando, entre otras cosas, la necesidad de instalar medidas pasivas de seguridad en los puntos neurálgicos de las ciudades.