El PP se abre a mejorar la democracia interna del partido pero sin incorporar las primarias que hacen otros partidos. La ponencia política conservadora llevará una propuesta al congreso nacional, que se celebrará del 10 al 12 de febrero, para incorrporar a los estatutos de la formación un sistema de doble vuelta, en el que los militantes votarán, pero solo a los precandidatos, y luego los compromisarios (a su vez elegidos por los afiliados) elegirán al presidente nacional, regional o local de entre los elegidos por las bases con más del 10% de los votos. Esta propuesta no será de aplicación al próximo cónclave, donde hay un único candidato, Mariano Rajoy, sino para los siguientes, incluidos los congresos regionales y locales que se celebrarán de febrero a verano.

El PP se adaptará además a la ley de partidos y creará una oficina para fiscalizar a sus cargos órganicos y tratar de evitar casos decorrupción. Eso sí, se niega a expulsar a los imputados y mantendrá que hay que esperar al juicio oral.