Ante la evidencia de que Pedro Sánchez está decidido a evitar la gran coalición con el PP y buscar apoyos alternativos para llegar ala Moncloa, Mariano Rajoy y el PP desplegaron este lunes una doble estrategia. Por un lado, el presidente en funciones acusó al secretario general del PSOE de ser el culpable de que en España no triunfe un pacto a la alemana que dé “seguridad” al país por su empeño de llegar al poder “a toda costa”, de la mano de independentistas y “extremistas”, en una especie de “pacto del Tinell” de con “todos contra el PP”. Por otro lado, el líder conservador dio órdenes a su partido de que si la Mesa del Congreso da luz verde a la pretensión de la mayor parte de partidos de que comience la actividad parlamentaria aunque no haya un nuevo gobierno, presente una moción contra el derecho de autodeterminación para intentar torpedear el posible pacto entre el PSOE y Podemos justo cuando este se esté fraguando.

De hecho, el PP calcula que el primer pleno en el que se debatiría su proposición no de ley -siempre que el Congreso acepte este tipo de iniciativas- sería en torno al 8 de febrero, después de que previsiblemente Rajoy se haya presentado a una primera investidura (en dos rondas separadas por 48 horas) en la que, salvo sorpresa de última hora, fracasará en su intento. Tras este trámite, sería el turno de Sánchez y ahí un debate en contra de la posibilidad de que las autonomías celebren un referéndum obligaría a PSOE y Podemos a “mojarse”, según justificó el vicesecretario del PP Javier Maroto en rueda de prensa.

LAS LÍNEAS ROJAS DE PODEMOS Y EL PSOE

La dirección del partido morado ya ha advertido de que solo aceptará negociar la investidura de Sánchez si este se compromete con el derecho a decidir, una línea roja que el comité federal del PSOE no permite traspasar a su secretario general.

En este contexto, también se debatirá una proposición no de ley de Ciudadanos a favor de la unidad de España y en apoyo de cuantas medidas decida poner en marcha el Ejecutivo en funciones para evitar la secesión. Una iniciativa que busca también aumentar las posibles tensiones entre socialistas y podemistas, al tiempo que adelantarse al PP, dado que Rivera registró su moción antes, en la defensa de la integridad territorial.

Pese a estas y otras presiones, Sánchez volvió este lunes a desterrar cualquier tentación de pactar con los conservadores. “Escucho a Rajoy hablar de gran coalición y lo que le digo es que no es no”, señaló desde Murcia, donde acusó al líder del PP de “intentar sumar escaños para perpetuarse en el poder”.