El PP se enfrenta en estas horas a la crisis más seria y profunda de la era Rajoy. El líder de los populares ha presidido este viernes la reunión del consejo de ministros que, a buen seguro, debe haber sido una de las más complicadas de su mandato: mientras él repasaba con su Ejecutivo la semana -en la que se han aprobado los Presupuestos en el Congreso y ha salido la sentencia del caso Gürtel-, el PSOE registraba en el Parlamento una moción de censura para obligarle a que haga las maletas y salga de La Moncloa. Ciudadanos, por su lado, exige a Rajoy que se comprometa a disolver las Cortes y convocar él generales o advierten de que apoyarán una moción "instrumental", esto es, para que derive en comicios inmediatos. El presidente comparecerá ante la prensa personalmente para explicar su postura.

Fuentes de la organización de Albert Rivera han confirmado a EL PERIÓDICO que su plan pasa por pedir colaboración a los partidos más pequeños de la Cámara para sumar así los tres diputados que le faltan para registrar ellos otra moción y, entonces, presentar a un candidato neutro con un programa de un solo punto: elecciones urgentes. La operación se antoja harto difícil porque algunos de esos grupos tienen acuerdos electorales con el PP, con el PSOE o se benefician directamente de la aprobación de los Presupuestos en este ejercicio.

En todo caso los naranjas, que pueden ser fundamentales con sus 32 escaños para desbloquear una legislatura que dan por finiquitada a cuenta de la corrupción, esperan que los dirigentes políticos con sede en la calle Génova muevan pieza y hagan un gesto. Que Rajoy ofrezca voluntariamente su cabeza y también opciones, como comprometerse a adelantar elecciones en cuestión de meses, después de haber pasado el trámite presupuestario en el Senado y haber prorrogado el 155 para que Catalunya, dicen, quede controlada durante el proceso electoral español. Esa hipotética convocatoria no podría llegar hasta que se hubiera votado la moción ya presentada por los socialistas, pero Ciudadanos votaría en contra si tuviese el compromiso del PP de poner las urnas.

Los populares quieren resistir

Esa es el escenario que prefieren los de Rivera, favoritos en muchos sondeos actualmente. Otro camino posible, pero tortuoso por necesitar pactos a varias bandas, es que el líder popular abriese paso a que otro u otra compañero o compañera de partido intentase ser investido tras su dimisión. Al estilo Cifuentes. Sin embargo Ciudadanos insiste en que ha llegado el momento de "dar la voz a los españoles".

En el Gobierno y en el PP se vive todo en estado de shock y, por el momento, se opta por ganar tiempo y aferrarse a la resistencia aun siendo conscientes del calvario político que tienen por delante. "No es la primera vez", recuerdan algunos de sus más veteranos dirigentes. Es cierto, pero esta vez los números para desbancar a Rajoy le son más propios a la oposición que hace unos años.