El acuerdo entre PSOE y ERC parece estar al caer. Desde ambos partidos se insiste en que solo quedan flecos y que, una vez resueltos, la abstención de los republicanos en la investidura de Pedro Sánchez estaría resuelta, permitiendo poner en marcha la legislatura con un Gobierno de coalición. Sin embargo, desde el PP y Ciudadanos siguen elevando la presión sobre los socialistas críticos con la estrategia marcada por su secretario general y les llaman a frenar un pacto con el partido de Oriol Junqueras. La contraoferta que ponen sobre la mesa algunos dirigentes conservadores y naranjas es una alianza entre PSOE, PP y Cs.

Entre los barones territoriales socialistas hay quienes no ven con buenos ojos las negociaciones que ha iniciado Sánchez. Incluso, los presidentes de Aragón y Castilla-La Mancha, Javier Lambán y Emiliano García-Page, respectivamente, han arremetido contra la posibilidad de pactar con ERC. A este sector, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, le quiso ayer dar algo de munición.

En una entrevista en RNE, la líder del PP madrileño afirmó que si el presidente del Gobierno en funciones «se apartara» como candidato a la Moncloa, se abriría un nuevo escenario en el que PSOE y PP podrían entenderse para desbloquear la formación del Gobierno. Insistió así en la única vía que los conservadores contemplan para dar las riendas del país al PSOE: la dimisión de Sánchez.

Igual de contundente se mostró la dirigente de Cs Begoña Villacís, días atrás, cuando retó a las «voces valientes» del PSOE a rebelarse contra las intenciones de Sánchez de revalidar su mandato pese a que el precio sea «vender España al independentismo». En concreto, la vicealcaldesa de Madrid pidió a los portavoces socialistas en la comunidad y en el ayuntamiento de la capital, Ángel Gabilondo y Pepu Hernández, respectivamente, que se pronunciasen sobre los pactos con ERC.

Su propuesta, la ya conocida como vía 221 -por el número de escaños que suman PSOE, PP y Cs- que ha abanderado Inés Arrimadas en las últimas semanas. La condición indispensable para que esta oferta sea real es que Sánchez dé carpetazo a su pacto con Pablo Iglesias y busque a PP y Cs. Algo muy poco probable y que no cuenta con el aval del líder popular, Pablo Casado.