El Partido Popular le ha declarado la guerra abiertamente al plan del Gobierno para usar el superávit de los ayuntamientos. Los conservadores llevan días cargando contra la apropuesta aprobada por la junta de Gobierno de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), pero este lunes han ido un paso más allá. El vicesecretario Territorial de la formación, Antonio González Terol, ha avisado de que los alcaldes populares van a iniciar una serie de movilizaciones contra el acuerdo y que, además, no participarán de él.

La semana pasada, la FEMP respaldo un documento -negociado con el Ejecutivo- que permite los consistorios que lo deseen ceder, a modo de préstamo, sus excedentes al Estado. A cambio, recibirán por parte de Hacienda un máximo de 2.000 millones en el 2020 y 3.000 millones en el 2021. Será a partir del 2022, cuando el Estado empezará a devolverá el importe íntegro del préstamo más intereses en un plazo de 10 años. La propuesta se aprobó gracias al voto de calidad del presidente de la FEMP, el socialista Abel Caballero, que desempató la elección -12 'síes' del PSOE ante 10 'noes' del PP, uno de Cs y otro del PdCat, IU y Podemos se abstuvieron-.

No obstante, la medida -que fue aprobada por el Consejo de Ministros como real decreto ley y que tendrá que pasar por el Congreso- no gusta a los populares. Tanto es así que González Terol ya ha asegurado este lunes que los ayuntamientos conservadores no entregarán "los ahorros de sus vecinos para financiar la hoja de ruta socialista del Ejecutivo de coalición".

Según ha explicado, la intención de Pedro Sánchez es llevar la propuesta a la Cámara baja con "agosticidad y alevosía" para imponer "de facto un corralito a los ayuntamientos al impedirles gastar los ahorros acumulados durante los últimos años".