Algunos dirigentes del PP no se acaban de creer que Pedro Sánchez haya facilitado a Pablo Casado la oportunidad de renacer. En abril, el presidente de los conservadores llevó al partido a la cota más baja en el Congreso en las generales (66 diputados, solo nueve más que Ciudadanos) y escoró las siglas a la derecha por su miedo a Vox. Ahora, apenas seis meses después, Casado está inmerso en el proceso de moderación y rectificación de su discurso para separarse de la formación ultra, un cambio que empezó tras la debacle en las urnas, y ve con esperanza las encuestas, que señalan un crecimiento seguro. El sondeo de GESOP para este diario apunta un crecimiento de hasta los 91 escaños.

Esa tendencia al alza en los estudios demoscópicos y la debilidad que los populares detectan en el PSOE por proponer subidas de las pensiones cuando faltan más de 40 días para el día de las elecciones, han despertado un optimismo desconocido en la sede de Génova este último año. La dirección del partido ha dado orden a sus diputados, senadores, eurodiputados y dirigentes territoriales de "no meterse en líos" y tratar de ganar las elecciones. Para cumplir esa máxima, según fuentes conservadoras, les han recomendado evitar algunos asuntos controvertidos, en concreto Franco, el aborto y la eutanasia. Génova también ha pedido prudencia a la hora de comentar el juicio del 'procés' y el posible contenido de la sentencia.

Casado lo logró el lunes, en una entrevista en Esradio cuando esquivó las preguntas sobre Vox y la exhumación del dictador con un mensaje sobre la poca "utilidad" de ese debate para la vida de los españoles. También el secretario general, Teodoro García Egea, desvió ese mismo día la pregunta sobre las declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la quema de iglesias. Lo hizo con el mensaje de que el PP no se va a dejar "enredar" por "la izquierda", como si la dirigente autonómica no hubiera dicho lo que ha dicho. Los conservadores quieren que sean los representantes de Vox los que alimenten azucen esos debates, para que sean ellos los que se retraten y, de rebote, les ayuden a centrarse por omisión.

SEGUIR LOS "ARGUMENTOS"

Según la dirección del PP, la máxima de "no meterse en líos" debe ir acompañada con la transmisión de manera exponencial, a través de todas las estructuras autonómicas y locales del partido en toda España, de los "argumentarios" elaborados en la sede y que estarán centrados especialmente en la economía en las próximas semanas. Casado quiere vender experiencia y lo ha visualizado con la nueva lista de Madrid (Ana Pastor, de número dos; Elvira Rodríguez, Isabel García Tejerina). Una estrategia con la que espera subrayar la distancia con Ciudadanos, en estos momentos sin un equipo económico claro tras las dimisiones de Toni Roldán y Francisco de la Torre.