El PP ha presentado esta mañana en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña una querella contra Quim Torra por "usurpación de funciones públicas". El partido que preside Pablo Casado considera que Torra ha perdido la condición de presidente después de haber sido inhabilitado por ese mismo tribunal por desobedecer las órdenes de la Junta Electoral Central (JEC). Este órgano resolvió que el dirigente independentista había vulnerado la neutralidad de la Generalitat al colgar pancartas en defensa de los dirigentes del 1-O encarcelados en plena precampaña de las generales del mes de abril.

Según la denuncia a la que ha tenido acceso este diario, el PP considera que la interpretación que hacen del Estatuto de Cataluña no es la correcta por "ilógica" e "incluso arbitraria", escriben los conservadores en la querella. Junts per Catalunya sostiene que para ser presidente hay que ser diputado, pero considera que no debes abandonar el cargo si pierdes el acta.

Fuentes jurídicas apuntan a que el TSJC tiene que admitirla de manera prácticamente obligatoria y deberá llamar a declarar a Torra. Una vez que preste declaración determinará previsiblemente si los hechos denunciados son o no constitutivos de delito alguno, lo que determinará el futuro de la querella.

CIUDADANOS NO VE CLARA LA DENUNCIA

Ciudadanos no ha querido sumarse a esta iniciativa del PP en los tribunales. Según fuentes del grupo parlamentario naranja, esta denuncia no tiene "ningún recorrido" porque existe la "duda jurídica", a la vista del Estatuto de Cataluña, de que el presidente puede seguir siéndolo hasta que haya una condena firme, como señala el artículo 67.7. "Si vamos a los tribunales es para ganar, no para armar ruido y encima perder", afirman esas fuentes.

Para el PP, en cambio, no hay duda de esa usurpación de funciones, aunque paradójicamente presenta su querella ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, la que le correspondería como presidente, y no en uno ordinario.

La propia querella explica esta circunstancia en que Torra, "a pesar de que ya no puede ostentar ni ejercer tal condición por haber perdido la cualidad de diputado, se empecina en mantener el cargo en abierta y franca rebeldía frente a la Constitución y el Estatuto de Cataluña, actuando de facto como presidente".