Varias semanas se ha pasado el PP reprochando al Gobierno que no respondiese ahora al 'Open Arms' con la misma mano tendida con la que, un año atrás, accedió a acoger en Valencia a los migrantes del 'Aquarius'. Una distinción que los populares atribuían a que entonces el presidente Pedro Sánchez se buscó un golpe de efecto con el que inaugurar su etapa en la Moncloa. Pero el ofrecimiento del puerto de Algeciras primero y del más cercano después tampoco satisfizo a un PP que ahora, también a diferencia de hace un año, gobierna la Junta de Andalucía.

No es extraño, pues, que la primera crítica la lanzase el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, que acusó al Ejecutivo central de "despreciar" a Andalucía al haber propuesto el puerto gaditano "sin dirigirse al Gobierno autonómico". "Basta de bandazos. Exigimos lealtad institucional, coordinación y respeto", tuiteó el presidente de la Junta, quien definió a su comunidad como "tierra solidaria, de acogida y con dignidad".

CASADO REAPARECE

Varios dirigentes del PP arremetieron en el mismo sentido, repitiendo la palabra "bandazos" para describir la política migratoria del PSOE. Tras días de silencio, el líder de los populares, Pablo Casado, reprochó a Sánchez que haya hecho justo lo contrario de lo que debía con el 'Open Arms', que a su juicio era coordinar la respuesta con la UE, las comunidades y los municipios afectados. "Por qué antes no se podía recibir al 'Open Arms' y ahora sí? Y lo más importante: en adelante se van a acoger a todos los Open Arms que vengan a las costas españolas?", se preguntó el vicesecretario del PP Antonio González Terol.

La decisión de Sánchez también fue criticada por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, aunque por razones muy distintas. La regidora afeó al presidente en funciones que su ofrecimiento al 'Open Arms' llegaba "demasiado tarde" y recordó que hace 12 días ella misma propuso la capital catalana como lugar de desembarco de los migrantes.

"Hay vidas en peligro y están frente a Lampedusa. Los estados de la UE deben obligar a Matteo Salvini a cumplir la ley, y si no lo hace, abrir una crisis diplomática", defendió Colau.