Los discursos de fin de año de los presidentes autonómicos estuvieron marcados por los reproches en Cataluña. Así lo hicieron los presidentes de Aragón, Galicia, Asturias, Extremadura y Castilla La Mancha, con la mirada puesta además en la negociación del nuevo modelo de financiación. El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, pidió directamente «consecuencias políticas» por el procés independentista. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, por su parte, dijo que «están en juego nuestros derechos, nuestra sanidad, nuestra educación». El presidente de Asturias, Javier Fernández, rechazó los «privilegios» que reclaman algunos territorios. Desde Extremadura, Guillermo Fernández Vara, agradeció el trabajo de Policía y Guardia Civil en un año «complejo» por «el intento de sedición de algunos políticos de Cataluña».