El presunto autor del crimen de Eva Blanco, asesinada en Algete (Madrid) en 1997, Ahmed Chelb, se ha suicidado este viernes en la cárcel madrileña de Alcalá Meco donde estaba ingresado desde el pasado 9 de octubre, según fuentes de Instituciones Penitenciarias.

El supuesto criminal, que entró en prisión 18 años después del asesinato, estaba en protocolo de suicidios hasta el pasado 16 de diciembre, pero tras los informes de los médicos se decidió levantar el protocolo, según la misma fuente.

Cheld, de 52 años, estaba inculpado por una prueba de ADNque coincidía con la muestra hallada en el cuerpo de la víctima tras el crimen de la joven, que fue hallada con signos de haber sido violada y apuñalada en la cuneta de una carretera próxima a la población el 20 de abril de 1997. Fue enviado a prisión provisional sin fianza por la jueza de Instrucción número 4 de Torrejón de Ardoz (Madrid).

Ahmed Chelh, varón de nacionalidad española pero nacido en Marruecos, fue arrestado en la localidad francesa de Pierrefontaine Les Varans. Había abandonado España en 1999.

PRUEBAS MASIVAS DE ADN

La investigación de la Guardia Civil se centró primero en el entorno de la víctima, sin resultados. Hasta 2.013 personas, en su mayoría vecinos de la localidad madrileña de Algete, se presentaron voluntariamente en 1999 ante la Guardia Civil para someterse a un análisis de ADN, pero ninguno dio positivo.

Hace dos años, los agentes pidieron al Instituto de Ciencias Forenses de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) un nuevo estudio de la muestra genética hallada en el cadáver de Eva. En enero del 2014, la USC remitió sus resultados con un dato fundamental: el ADN pertenecía a un varón de origen norteafricano. Y el círculo se estrechó.

La Guardia Civil pidió el padrón al Instituto Nacional de Estadística (INE) y al Ayuntamiento de Algete saber el nombre de todos los varones de origen norteafricano que estuvieron empadronados en la localidad entre 1995 y 1999 (ese fue el margen que establecieron los investigadores). El resultado ofreció 200 nombres. Muchos de ellos ya no vivían allí y eso llevó a los agentes a recorrer diversas provincias de España en año y medio. Así hasta que hace unos días, a principios de septiembre, dieron con una persona que al hacerle la prueba de ADN dio positivo, aunque no al 100%. Era el hermano del presunto asesino, al que se localizó en Francia.