El PSOE apoyará, salvo cambios de última hora, el suplicatorio en el Parlamento Europeo para actuar contra Carles Puigdemont y Toni Comín. Los socialistas insisten en que la decisión definitiva no está tomada, que todavía faltan meses para que se vote esta iniciativa en la Cámara comunitaria, pero no contemplan votar en contra de la petición, llevada a cabo por el juez Pablo Llarena y respaldada por la Abogacía del Estado, para que les sea retirada la inmunidad al expresident y al exconseller.

El apoyo al suplicatorio podría abrir una grieta con Podemos, pero el PSOE espera que los morados también compartan su enfoque. De momento, el portavoz parlamentario de Podemos, Pablo Echenique, señaló ayer que intentarían «alcanzar una posición común» con su socio en el Gobierno central. Mientras tanto, el PP y Vox trasladaron su «profunda inquietud» sobre la conducta del PSOE en este caso.

Mientras tanto, ayer se vivió el pimer rifirrafe en el pleno del Parlamento Europeo entre Puigdemont y la jefa de la delegación española del PP, Dolors Montserrat. Tras una intervención en la que Puigdemont abogó por definir el papel que jugarán los ciudadanos en el futuro de Europa, Montserrat replicó: «Europa es el antídoto a su nacionalismo destructivo. Usted es un prófugo de la justicia que atentó contra el Estado de derecho y robó dinero publico». Ante estas acusaciones, Puigdemont le instó a respetar las normas del Parlamento.

En clave catalana, el independentismo acordó ayer llevar la autodeterminación a la mesa entre gobiernos. El bloque independentista se reunió ayer con el fin de consensuar una lista de peticiones para la negociación con el Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos que debe reunirse antes de que termine el mes. Pero no hubo ni acuerdo ni calendario. El presidente catalán, Quim Torra, que también participó en la reunión, ya no descarta unas elecciones al Parlament en los próximos meses. El presidente de la Generalitat acabó cediendo ante la evidencia de que su eventual inhabilitación llevará a Cataluña de nuevo a las urnas. Pero Torra endosó la responsabilidad última de ello a ERC, rival de JxCat.