Pese a que todo parece abocado a una investidura fallida de Pedro Sánchez a partir del próximo martes, la dirección del PSOE respira tranquilidad un día después de la consulta a sus militantes sobre el acuerdo firmado con Ciudadanos. Una mayoría abrumadora, del 79%, aprobó el pacto, que solo suma 130 diputados, y la participación fue superior a la prevista: más de la mitad de los afiliados acudieron a votar, si bien en Catalunya el porcentaje descendió hasta el 31,3%. El referéndum interno también ha servido a Sánchez para mejorar sus posibilidades de repetir como candidato si hay elecciones, algo que el PSOE espera evitar atrayendo a Podemos hacia la abstención o el apoyo. El último mensaje de los socialistas, este domingo, consistió en aumentar la presión sobre Pablo Iglesias apelando a las bases de su propio partido.

“Espero que los demás, viendo la jornada de ayer, tomen nota y se apliquen para dar voz a los militantes”, dijo el secretario de Organización, César Luena, durante un modesto encuentro con afiliados en el barrio madrileño de Vallecas, hogar de Iglesias. La frase iba dirigida al líder de Podemos, a quien Luena se refirió por su nombre completo para evitar confusiones con el fundador del PSOE. “Quiero pensar que Pablo Manuel Iglesias no tiene dudas para elegir entre Sánchez y Rajoy, porque creo que sus votantes no las tienen”, continuó el número dos de los socialistas.

UNA CITA TRANQUILA

Sánchez encara este lunes un comité federal que deberá ratificar los resultados de la consulta. La cita se prevé tranquila. Incluso los más críticos con el secretario general descartan un enfrentamiento en estos momentos, a solo un día del comienzo de sus debates de investidura. La primera votación será el miércoles. Para ser investido, el candidato necesitaría una mayoría absoluta de 175 diputados, algo que parece imposible. Después, el viernes o el sábado, habrá un segundo debate y una segunda votación, en la que se requiere mayoría simple.

Sánchez también lo tiene difícil aquí debido al rechazo de Podemos, que ya ha anunciado que votará en contra junto al PP por no considerarse “compatible” con el acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos, y el entorno del aspirante da prácticamente por hecho que fracasará. Pero aún mantienen una pequeña esperanza de que Iglesias reconsidere su posición, e incluso sopesan alguna oferta de última hora al partido morado. Si no lo consiguen, confían en volver a intentarlo en los dos meses que quedan hasta la convocatoria de comicios.

“Aún estamos a tiempo y nuestra disposición ha sido clara, incluyente y transversal. Nadie en su sano juicio defendería unapolítica de bloques”, argumentó Luena, en un nuevo mensaje a Iglesias, que busca un Gobierno de coalición en el que él ocuparía la vicepresidencia y exige a Sánchez que se desdiga de su alianza conAlbert Rivera para volver a la mesa de negociaciones.

Podemos, que junto a sus satélites territoriales suma 69 diputados, aguarda el previsible traspiés de Sánchez para reabrir las conversaciones. También IU, que cuenta con dos escaños. “Cuando [Sánchez] fracase, como se espera, vamos a estar ahí, defendiendo la necesidad de un Gobierno de resistencia”, dijo su portavoz parlamentario, Alberto Garzón.