Sin sorpresas en el guion previsto, cada partido ha cumplido el papel esperado después de conocerse la sentencia de la rama valenciana de Gürtel. Después de que quedara acreditado que financió ilegalmente las campañas electorales de 2007 y 2008 en esa comunidad, el Partido Popular se ha aferrado a la tesis de que todo forma parte del "pasado" y que "quien la hace la paga". Eso no ha evitado que el PSOE y Compromís cargaran con dureza sentenciado que esa condena justificaba aún más la salida de Mariano Rajoy de la Moncloa por "higiene democrática".

Dos semanas y media después de la sentencia que dinamitó el tablero político español, el PP ha querido pasar de puntillas por la secuela valenciana del sismo. El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, ha pedido hacer "un borrón" con esta sentencia, que consideraba una "lamentable noticia más", destacando que su partido ya ha hecho todo lo posible legislativamente para hacer frente a este tipo de conducta y que ahora hay que hacerlo en el "ámbito orgánico". "Que cualquier persona que haya hecho mal, pague por ello, y nosotros miremos al futuro, nos fortalezcamos y sigamos trabajando", ha comentado tras la Junta Directiva Nacional del PP. "El que la hace, la paga", ha coincidido Isabel Bonig. La presidenta del PP valenciano ha recalcado que las actitudes que se han juzgado en ese caso corresponden "al pasado" y que el PP ha asumido ya "responsabilidades políticas".

Si la reacción de los populares fue la esperada, tampoco sorprendió la de sus rivales políticos. En especial del PSOE, que no desaprovechó la ocasión para decir que este nuevo varapalo jurídico a los populares ponía más en evidencia la "necesidad" de la moción de censura de los socialistas contra Rajoy "por higiene democrática". Con esta contundencia lo señaló el portavoz del Grupo Socialista en el Senado, Ander Gil, clamando que "esta es la herencia que deja Mariano Rajoy" y negando que sean "casos aislados". "El único caso aislado en toda Europa era la existencia de un Gobierno atenazado por la corrupción y un partido que se ha financiado por la corrupción", ha denunciado, recordando que "quedan cinco sumarios abiertos".

El presidente de la Comunidad Valenciana, el socialista Ximo Puig, ha reclamado "responsabilidades políticas" a un PP que fue Partido Popular fue "dopado" a las urnas. Su vicepresidenta, Mónica Oltra (Compromís), coincidió en señalar que el fallo demuestra que el PP "había instalado en las instituciones valencianas una corrupción sistémica y sistemática" y que "saqueaba las arcas públicas para beneficio propio". "No solo queda acreditada una contabilidad inveraz, que es lo que dice la sentencia, sino que queda acreditado que el PP, durante las campañas de las elecciones autonómicas de 2007 y las generales de 2008, se financió de manera ilegal".