A menos de 48 horas para que el Congreso de los Diputados debata una nueva prórroga del estado de alarma frente al coronavirus (sería la última, y de cerca de un mes), el Gobierno no tiene asegurado el éxito de su iniciativa. La Moncloa lleva días negociando con Cs y el PNV, para que vuelvan a apoyar, y con ERC y el JxCat, para que se pasen a la abstención. Pero ninguno de estos grupos se ha movido por el momento. Los republicanos han vuelto a pedir este lunes el fin del mando único como condición para el entendimiento.

"Las decisiones tienen que ser compartidas", ha contestado por parte del PSOE el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, tras la reunión que ha mantenido Sánchez con todos los líderes territoriales socialistas. Vara ha subrayado que las autonomías tendrán mucha más capacidad de decisión durante la desescalada ya iniciada, pero que las "decisiones finales" siempre han de estar consensuadas con el Gobierno. "Sería absurdo que unas comunidades decidieran unas cosas y otras lo contrario", ha argumentado.

Las conversaciones

Para evitar lo que ocurrió hace dos semanas, cuando el estado de alarma salió prorrogado gracias a las negociaciones de ultimísima hora con Cs y el PNV, Sánchez ha querido preparar esta vez más el terreno. La vicepresidenta primera, Carmen Calvo; los ministros de Transportes y Hacienda, José Luis Ábalos y María Jesús Montero; el secretario general de Presidencia del Gobierno, Félix Bolaños, y la portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra, llevan días intentando persuadir a parte de la oposición.

El Ejecutivo confía en los liberales y los nacionalistas vascos para sacar adelante la última extensión temporal de la alarma. Ambos partidos continúan siendo renuentes a anunciar su apoyo, pero la Moncloa cree que al final votarán a favor. Si lo hacen, la abstención de ERC ya no sería necesaria. En cualquier caso, tampoco se descarta. Fuentes del Gobierno indican que la negociación con el partido de Oriol Junqueras está "marchando bien", y los propios republicanos admiten que hay voluntad de acuerdo por parte de la coalición del PSOE y Unidas Podemos.

El 'no' del PP

Del PP, en cambio, el Ejecutivo no espera nada. Los populares se abstuvieron en la última prórroga, pero su líder, Pablo Casado, ha dejado claro que esta vez votará en contra. Para el Gobierno, el PP, ante una crisis de la envergadura de la actual, no se está comportando como un partido de gobierno, sino que solo está pensando en sus propios intereses. Las encuestas, de momento, señalan que Casado ha ganado en apoyos en las últimas semanas, aunque sigue muy detrás de Sánchez.

Mientras tanto, las protestas contra Sánchez van cogiendo forma. El pasado domingo, varios cientos de personas cortaron calles del centro de Madrid para organizar una cacerolada contra el presidente, durante una convocatoria donde el distanciamiento no se pudo garantizar. Para Ábalos, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, del PP, está convocando "manifestaciones en la calle sin ninguan distancia social con un solo propósito: tumbar el Gobierno".

"Vivimos en un país libre, pero es una contradicción que estemos confinados y luego lo rompamos para participar en una concentración ha señalado Vara-. La mayor manifestación es la de la mayoría silenciosa. No está en las protestas. Sus miembros serán de unos o de otros partidos, pero saben que estamos en el momento más difícil de nuestras vidas".