Un día después de que se volviera a plasmar la brecha que separa a Susana Díaz de Pedro Sánchez, al no avalar la federación andaluza las listas electorales, la dirección del PSOE ha defendido este lunes su "renovación" en las candidaturas, que en el caso de las del Congreso alcanza el 80%. Sánchez ha optado por dirigentes afines en todos los casos, dejando atrás a quienes apoyaron a la expresidenta autonómica en las últimas primarias.

El secretario de Organización y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha defendido que las listas a las generales rezuman "renovación, energía, ilusión, esperanza", que se han diseñado pensando en que el grupo parlamentario socialista sea "el equipo del Gobierno" y que los cambios llevados a cabo por la dirección del partido a las propuestas que le llegaron de los territorios han sido "en muy pocas circunscripciones".

"No solo se cambiaron las provincias andaluzas, sino alguna otra más. Siempre con el mismo criterio: la comisión federal de listas iba a ejercer su competencia, con el mensaje de que queríamos unas candidaturas pensadas en las generales, no en otra clave, para defender la acción de gobierno y recoger la diversidad de este país", ha dicho Ábalos.

"Tomo nota", avisó Díaz el pasado domingo, después de que su federación no avalara las listas y emitiera un voto particular. El secretario de Organización ha evitado entrar en una escalada dialéctica con la expresidenta andaluza, eterna rival interna de Sánchez, después de que forzara la caída del ahora jefe del Ejecutivo y saliera después derrotada en las primarias. "No voy a interpretar sus palabras. Pero no me parecen inadecuadas. Todos tomamos nota", ha contestado Ábalos.

LA "DESESPERACIÓN" DEL PP

El PSOE, mientras tanto, sigue dando largas al cara a cara con Pablo Casado que pide insistentemente el PP. Ciudadanos también ha reclamado un encuentro en este formato con Sánchez, pero ese tiene muchas posibilidades de acabar produciéndose. Si hay cara a cara, será con el líder conservador. Pero los socialistas dicen que todavía no han tomado una decisión, que lo único seguro es que acudirán a un debate a cinco (con el PP, Podemos, Cs y Vox) y que no comparten las "urgencias" de Casado, a quien le conviene medirse a solas con Sánchez para que "se le visualice como alternativa, porque no lo es", ya que "su proyecto es una coalición a tres".

"No vamos a ir a remolque de la desesperación de nadie", ha explicado el ministro, acusando al PP de no tener "una cultura de debates". Ábalos ha recordado que tanto José María Aznar, en 1996 y el 2000, como Mariano Rajoy, en el 2004 y el 2016, rechazaron un cara a cara con los candidatos socialistas. "El cómo y el cuándo hacer debates forma parte de nuestra estrategia electoral. No tenemos urgencia", ha concluido el número tres del PSOE.