Nuevos palos en las ruedas de una negociación que no arranca, pero que debería comenzar la próxima semana. Los equipos de PSOE y Ciudadanos se reunieron este sábado para acordar que, en la ronda de diálogos que se abre tras la investidura fallida, irán de la mano. El partido de Albert Rivera tiene que estar presente. Los socialistas no están dispuestos a reunirse con Podemos, IU y Compromís sin contar con C's, una decisión que complica todavía más la puesta en marcha de las conversaciones y que situó la pelota en el tejado de Pablo Iglesias.

En declaraciones a este diario fuentes de la dirección podemista mostraron su sorpresa por la nueva exigencia y anunciarion que, con este planteamiento, no se van a sentar a negociar. "Sería hacer el paripé. No puede haber acuerdo en materia económica entre Ciudadanos y nosotros", señalan, y opinan que si el PSOE reivindica la presencia de C's es porque han "quedado atrapados" por el pacto que han firmado. Sostienen que, con esta medida, resulta evidente que buscan la repetición de las elecciones.

MESA A CINCO

Lo cierto es que Sánchez y Rivera saben que esta nueva estrategia de invitados a las reuniones desencadena dos problemas inmediatos. El primero. Podemos siempre ha exlcuído a Ciudadanos de cualquier negoaciación y su pretensión era volver a convocar la mesa de las izquierdas, la mesa a cuatro bandas que, con esta decisión, sería a cinco. Parece difícil pensar que Iglesias recapitule en los próximos días y se avenga a pactar con Rivera, puesto que considera que son "incompatibles". Aunque el partido morado retiró su veto formal a que Pedro Sánchez dialogara con C's, la cuestión de fondo permanece. Los podemistas opinan que las políticas económicas de la fuerza naranja son la continuidad del PP.

El segundo problema es el documento básico a partir del cuál se va a trabajar. Iglesias quiere que su equipo negociador se siente a dialogar retomando las conversaciones donde las dejaron, cuando decidieron levantarse de la mesa al sellarse el pacto entre PSOE y C's. La reunión quedó atascada en política económica, porque Podemos reclama la derogación de las reformas laborales de populares y socialistas, y el equipo de Sánchez no aceptó su propuesta.

Los portavoces de PSOE y Ciudadanos, en cambio, reivindicaron que esa mesa a cinco trabaje a partir del documento acordado entre ambos partidos. Para el diputado 'naranja' Juan Carlos Girauta ese texto es "el corazón de la acción política a partir de ahora". Su homólogo socialista, Antonio Hernando, también señaló que su apuesta para "sumar voluntades" pasa por "enriquecer ese acuerdo".