El equipo del PSOE en el que Pedro Sánchez ha puesto su confianza para que negocie con otros grupos su investidura ha recibido, en la mañana de este lunes en el Congreso, a una delegación de Izquierda Unida-Unidad Popular que salió de su primera cita con los socialistas hablando de "optimismo moderado", después de haber recibido el documento de 40 medidas sobre el que Sánchez pretende sentar las bases "para un gobierno progresista y reformista".

El aspirante de IU a las pasadas elecciones del 20-D, Alberto Garzón, ha ejercido de portavoz ante la prensa y ha admitido haber acogido con "alegría" que ese documento que le habían remitido desde el PSOE para negociar la investidura -ha inicidido en este punto, matizando que las formaciones de gobierno se enmarcarían en una fase posterior de contactos, si llegara el caso- recoja la derogación de la pena de cárcel para los piquetes informativos en las huelgas; propuestas de lucha contra el patriarcado y medidas para atajar la emergencia social.

Asimismo, también se ha felicitado por el hecho de que los socialistas, durante el encuentro mantenido, le hayan manifestado su disconformidad con el contrato único o el complemento salarial, dos de las medidas que defiende Ciudadanos para poner solución al grave problema del desempleo en España, pese a que el programa de mínimos que han hecho llegar a los negociadores de del PSOE no los incluyan, lo cual ya supone un gesto en sí mismo. Todos estos son elementos, ha subrayado Garzón, que a IU-IP les "alegra" encontrar y que les lleva a "cierta sensación de optimismo moderado", si bien ha dejado claro que en ese documento, que aún no les ha dado tiempo a estudiar en profundidad, existen otros asuntos con los que la federación de izquierdas está en total desacuerdo.

Entre ellos ha destacado que el PSOE no tenga intención a priori de modificar el artículo 135 de la Constitución ni de tocar la reforma laboral aprobada por los socialistas, que la reforma constitucional a la que aspiran sea, a su juicio "de poco calado" o que "no concrete" su reforma electoral. En todo caso, sí ha apuntado Garzón que los socialistas se han "comprometido" a estudiar tanto su propuesta en derogaciones laborales como sus ideas para el 135 de la Carta Magna como su propuesta de reforma de ley electoral.

LA VOZ DE LA MILITANCIA

Así las cosas, Garzón ha comentado que esta misma semana los equipos negociadores de ambos partidos esperan poder mantener otro encuentro en el que ya hayan podido estudiar más detenidamente sus respectivas medidas con la intención de encontrar puntos de acuerdo que faciliten que IU-IP voten a favor de la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno.

"En esta fase no hablamos ni de sillones ni de nombres y apellidos, sino de acuerdos para que no haya un Gobierno del PP. Eso es lo único que a nosotros nos interesa. En sucesivas fases todos se puede discutir", ha señalado, recalcando que en todo caso cualquier pacto que se alcance deberá ser sometido al criterio de la militancia del partido. Incluido, puntualizó a preguntas de las prensa, si en futuro se le llegase a ofrecer un ministerio.

LA CONVERSACIÓN DE LOS GOYA

Preguntado por la actitud de Podemos de supeditar el sentarse hablar con la delegación socialista a que terminen los contactos conCiudadanos, Garzón se ha mostrado contrario a esa estrategia por entender que "no es incompatible la coherencia y la defensa de la radicalidad con el diálogo", ha aseverado. De hecho, ha confesado que tanto por teléfono como en persona durante la reciente Gala de los Goya, ya ha manifestado al líder de Podemos, Pablo Iglesias, como también al propio Sánchez o al jefe de Ciudadanos,Albert Rivera, que no tiene intención de sumarse a la política de vetos, porque para su organización, por tradición, lo importante es el "programa, programa, programa" y qué se pone en negro sobre blanco en un acuerdo de investidura.

En este contexto, se le reclamó que explicara si en caso de que Sánchez llegara a un pacto de gobernabilidad con Ciudadanos, los diputados de IU votarían en contra. Volvió a repetir entonces que lo importante es el contenido de los pactos y lo que opine sobre ellos la militancia basándose en "acuerdos concretos, no en etiquetas". "Si Ciudadanos plantea un programa económico de derechas, nos negaremos, pero eso no significa que no haya que dialogar", ha concluido.