En la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de abril, el 91,4% de los ciudadanos mostró su deseo de que, cuando se superara lo peor de la pandemia, los políticos hicieran un esfuerzo especial para afrontar la crisis mediante grandes acuerdos. Ahora, semanas después de doblegar la curva de contagios y ya en esta 'normalidad diferente', los partidos se disponen a cerrar el debate que abrieron en el Congreso en la llamada comisión para la reconstrucción social y económica y, según fuentes de varias formaciones, se alcanzará un acuerdo de mínimos en las medidas sanitarias que hay que tomar para reaccionar antes y mejor ante un rebrote del covid-19 o una crisis similar.

La comisión se estructuró en cuatro áreas (sanidad, economía, Unión Europea y política sociales) y es en la primera en la que, especialmente el PSOE y el PP, han acercado sus posiciones. Todo apunta a que, despúes de tres meses de ataques mutuos, podrán enviar al menos un mensaje de unidad. Las conclusiones de los cuatro grupos de trabajo se debatirán el próximo jueves y, al menos en sanidad, se intentará pactar un único documento que se llevará a un pleno del mes de julio. El PP está intentando que los socialistas asuman buena parte del llamado 'plan Cajal', la iniciativa presentada por Pablo Casado hace un mes para crear una Agencia de Salud Pública y Calidad Asistencial, desarrollar estrategias de vigilancia epidemiológica, reforzar la atención primaria e impulsar la investigación, entre otras medidas. La portavoz de Casado en la comisión es Ana Pastor, exministra de Sanidad y Fomento y también licenciada en Medicina. Ambos dirigentes del PP tienen previsto presentar sus propuestas este martes en el Congreso.

Calviño y el fondo de la UE

En los otros tres grupos de la comisión, las posiciones no están tan próximas. En materia social, fuentes del PSOE confirman que están negociando con Podemos y sus socios de investidura (PNV y ERC, entre otros), para poder acordar algunas iniciativas. En el área económica, el PSOE considera que se podrá trabajar de manera más concreta cuando se empiecen a elaborar los Presupuestos del 2021, que Ciudadanos se ha abierto a apoyar. Tampoco está claro cómo se puede cerrar el grupo de la Unión Europea. Pedro Sánchez pidió el fin de semana al PP que deje de reclamar que Bruselas ponga condiciones a los países que reciban ayudas del fondo de 750.000 millones de euros para superar los daños de la pandemia. El jefe del Ejecutivo anunció que se pondrá en contacto con Casado y los dirigentes de todos los partidos para solicitarles su "respaldo activo" en esta misión. Casado, por ahora, sí que se ha mostrado abierto a apoyar a la vicepresidenta Nadia Calviño, que está en la carrera para presidir el Eurogrupo.

El decreto del jueves

Este acercamiento entre Sánchez y Casado en la comisión de reconstrucción se repetirá el jueves, cuando se vote el decreto que regula la "nueva normalidad" y que incluye medidas como el uso obligatorio de mascarillas o la distancia de metro y medio. Según fuentes de la dirección del PP, Casado se mueve entre la abstención y el 'sí'. En las últimas prórrogas del estado de alarma, los conservadores votaron en contra.

Esta mínima sintonía entre el PP y el Gobierno llega pocos días antes de que empiece la campaña para las autonómicas de Galicia y País Vasco, que irán a las urnas el 12 de julio. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, está hilando un argumentario a su estilo, moderado, para reconquistar al electorado conservador y también captar votantes socialistas, por lo que este acuerdo de mínimos con el PSOE le encaja en su estrategia.

En Euskadi, Casado apartó a Alfonso Alonso en febrero y apostó por Carlos Iturgaiz, un duro del PP vasco, que se presenta como cabeza de la coalición que los populares han presentado con Ciudadanos. Fuentes de la dirección naranja, en pleno viraje hacia el centro tras la dimisión de Albert Rivera y la pandemia, aplaudieron este lunes el acuerdo con los socialistas aunque solo sea en materia sanitaria.