El PSOE y el PSC no rompen, pero su relación entra en un periodo de obras. Dos meses se han dado las formaciones para encontrar una nueva fórmula de colaboración y superar las dos discrepancias que han situado un pacto de 38 años al borde del abismo. Uno, el mayor escollo, es la interpretación que los socialistas catalanes hacen del concepto "nación" y que desde Madrid consideran que supera el acuerdo alcanzado en la declaración de Granada, que propone una reforma constitucional para una España federal. Dos, el modelo de relación orgánica.

Esos dos ejes han sido analizados por el primer secretario de los socialistas catalanes y el presidente de la gestora del PSOE, que se han reunido una hora y media este lunes en Madrid. El encuentro ha sido positivo pero ambos han constatado dificultades complejas de solventar. Miquel Iceta y Javier Fernández descartan una ruptura y confirman el deseo de caminar unidos, pero admiten también que la cuestión política, la concepción de Cataluña, es un elemento de fricción que les preocupa.

Los líderes han decidido crear un comité de expertos (formado por tres o cuatro dirigentes de cada fuerza) que ha de determinar en las próximas semanas si las dos formaciones comparten el mismo significado sobre la idea de “nación”. Tratarán de dilucidar si cuando los catalanes hacen esta referencia hablan de una identidad histórica, emocional y cultural, o bien de una fórmula política y jurídica. En el segundo caso, desde Madrid se entiende que el PSC estaría extralimitándose y superando el acuerdo pactado en Granada en la etapa de Alfredo Pérez-Rubalcaba.

“Granada no es un punto de partida, es un punto de llegada”, ha advertido el presidente de la Gestora del PSOE, que ha admitido que si bien esta declaración se puede modificar en las negociaciones con otros partidos, desde dentro de las filas socialistas debe defenderse sin márgenes de interpretación. “Habrá que aclarar si los términos en que se expresa el PSC están hablando en términos históricos y culturales o estamos en el plano jurídico constitucional” ha planteado. Iceta ha señalado que no se ha transgredido esa concepción. “Nosotros seguimos en Granada. Y nos gustaría que se abra comisión la reforma constitucional [en el Congreso] para abordar la cuestión cuanto antes”, ha insistido el líder catalán.

JUEVES, ENCUENTRO CLAVE

La posibilidad de alcanzar un entendimiento en este concepto es el que más preocupa a ambas fuerzas y determinará el acuerdo en el otro aspecto: la nueva relación orgánica entre PSC y PSOE. Ninguno de los dos líderes ha querido adelantar qué encajes se pueden poner sobre la mesa y tampoco si esa nueva cooperación deberá aprobarse en un comité federal o en un congreso. En el ínterin, Iceta ha descartado nombrar a ningún miembro del PSC para formar parte de la comisión Gestora, que se volverá a reunir este jueves.

En ese encuentro la Gestora decidirá el nuevo organigrama del grupo parlamentario socialista y si mantiene a perfiles como Margarita Robles o Meritxell Batet, que votaron 'no' a Rajoy, o bien los releva. En cambio, las posibles sanciones a los miembros que incumplieron la disciplina de voto la decidirá la dirección del grupo en el Congreso.

CAMINAR JUNTOS

Ambos mandatarios han hecho una valoración en positivo del encuentro y han ratificado que, más allá de las discrepancias, existe la voluntad de continuar juntos y se descarta la ruptura que había venido sobrevolando como una posibilidad en los últimos días.

“Queremos seguir caminando juntos teniendo un proyecto político compartido. La forma concreta es importante pero subsidiaria de la voluntad firme de mantener una relación lo mas fraterna y fecunda posible”, ha comprometido Iceta. En el contexto de provisionalidad, Iceta ha decidido no nombrar a ningún dirigente para incorporarse todavía a la gestora.