En otro momento de la accidentada forja de un acuerdo para investir a Pedro Sánchez, la propuesta del dirigente del PP Teodoro García Egea de que el PSOE presente a otro candidato no habría tenido más de una tarde de vida en canutazos y tertulias. Pero es agosto, y la discusión sobre lo que el ministro Ábalos tildó de «fantasía» y «chiste del día» el lunes se disputó la agenda del martes con otro debate, apuntado más en serio en las teles por la vicepresidenta valenciana Mónica Oltra, sobre si «a la realidad la está tapando el relato».

La presidenta del PSOE, dos ministros y un barón contribuyeron a aventar la idea de Egea a base de combatirla airadamente, en vez de ignorarla. En Pamplona, a la salida de la investidura de María Chivite como presidenta de Navarra, el ministro de Fomento y secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos, repitió que pretender que el PSOE presente otro candidato o que se abstenga ante uno popular «está entre la fantasía, el delirio o el algo que decir».

Poco antes, la nueva portavoz parlamentaria del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, había sugerido a Efe una posibilidad de que el PP se abstuviera ante el candidato socialista: «Si Sánchez deja de ser Sánchez». Y eso implica que «se hiciera Sánchez una especie de lobotomía política».

EL PROBLEMA / Mientras Sánchez escenifica su ronda de citas con la sociedad civil, el PP despliega un contrarrelato. Argumento: Sánchez como problema. Desde La Coruña, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoo, acusó al presidente del Gobierno en funciones de llevar «un año largo en la Moncloa sin gobernar» y «tres meses sin cerrar nada con ninguno de sus socios».

A primera hora de la mañana, la presidenta del PSOE y vicepresidenta del Senado, Cristina Narbona, dijo en Telecinco que la propuesta de cambiar de candidato socialista es «una falta de respeto», y «una ocurrencia» la de que los socialistas se abstengan ante una opción del PP.

Sánchez seguía su programa de encuentros -el jueves se ve con el sector agrario- sentándose en Madrid con el mundo de la Educación, antes de hablar con gentes de la España vacía y con voluntarios contra la desigualdad. Le escoltó en la primera reunión la ministra portavoz y de Educación, Isabel Celaá, quien, a la salida de la cita, tildó de «ejemplo de diletantismo, una ocurrencia», la sugerencia de García Egea.

Con esta contundencia, los socialistas contestaban también a una nueva propuesta-provocación del PP: dejar paso a Casado. Le dio aire no solo Núñez Feijoo, también el vicesecretario de Comunicación popular, Pablo Montesinos: si los socialistas no cambian de candidato, la solución es «otra posibilidad, que el PSOE se abstenga ante un gobierno liderado por Casado».

NUEVA COALICIÓN / Lo dijo en serio Montesinos, remarcando en Antena 3 que «España no está para chistes», y que esta opción es en su partido «una idea coordinada». Tanto que, casi al tiempo, Álvarez de Toledo llamó a Ciudadanos a que se piense una «coalición por lo común» en la que podrían estar «los que forman parte de la razón española»… y Vox.

De momento no lo ven en Cs. Su coportavoz parlamentario Edmundo Bal declaró a La Sexta que cree «verdaderamente imposible» que el PSOE se abstuviera ante esa entente.

Emiliano García-Page, presidente socialista de Castilla-La Mancha, fue un poco más allá en el rechazo pues, además de «chistoso» o «desternillante», proponer investir a otro que no sea Sánchez le parece una «frivolidad insultante», dijo al término de una reunión con la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera.

Para García-Page, «es absurdo que el PP se plantee esto tras los antecedentes de los últimos años». Aludía a cómo los socialistas se abstuvieron en la última investidura de Rajoy, «una decisión que fue muy traumática».

Resonaban aún las palabras del socialista toledano y en media hora otro dirigente popular remachó la estrategia del PP de presentar a Sánchez como el problema. Relato y contrarrelato. Antonio Román, senador y exalcalde de Guadalajara tuitéo a las dos de la tarde que si Sánchez no es la solución, que se presente Borrell… o García-Page.