Carles Puigdemont ha reiterado este miércoles en el Parlament su compromiso con el referéndum unilateral asegurando que, pese a que el concurso para la compra de urnas haya quedado desierto, las conseguirán para que los catalanes puedan votar el 1 de octubre. Ante las críticas de Ciutadans y el PPC en la sesión de control, el 'president' les ha desafiado a votar 'no' en la consulta, en caso de que se termine celebrando, y a aceptar el resultado.

"Si tan seguro está de que no habrá urnas, si finalmente las hay, le reto a que vaya a votar y respete el resultado”, le ha espetado a Xavier García Albiol después de que este le hubiera instado a "dejar de hacer el ridículo". Un desafío que le ha lanzado también a la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que le ha afeado la "chapuza" de la compra de las urnas.

"Tenemos a la Fiscalía incluso allí donde tenemos todo el derecho a actuar y está poniéndose a las órdenes de grupos políticos, entre los cuales debe estar el de usted, que se han convertido en asustafuncionarios y asustatrabajadores públicos para que no se les ocurra ni siquiera participar en procesos absolutamente legales que algún día alguien pudieran utilizar para celebrar lo que ustedes llaman un referéndum ilegal", le ha soltado a la líder de la oposición mientras la Guardia Civil interrogaba a funcionarios de la Generalitat sobre la campaña institucional que anima a los catalanes residentes en el extranjero a que se registren en el censo para votar en el 1-O.

Puigdemont se ha enzarzado también con Lluís Rabell (Catalunya Sí que es Pot) y Miquel Iceta (PSC), que le han afeado la falta de explicaciones sobre cómo piensa hacer la consulta. "Habla de vulnerar derechos fundamentales cuando no es ni capaz de defender los derechos de sus alcaldes que quieren participar en el referéndum", le ha lanzado al líder del PSC, un día después de que tanto el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, como Salvador Illa, secretario de organización del PSC, abrieran la puerta a sancionar a los primeros ediles que rompieran la disciplina de partido y participaran el 1-O. El 'president' ha anunciado que detallará en el Parlamento los preparativos y el marco legal del referéndum después de presentarlos el 4 de julio en un acto en el Teatro Nacional de Cataluña.

En su intervención, la CUP ha vuelto a mostrarle en público su preocupación por las "debilidades y carencias" de la organización del referéndum, temiendo que indique falta de "iniciativa, firmeza y determinación del Govern". Igual que ya había hecho en privado tras el fiasco del concurso, Puigdemont ha intentado calmar a los anticapitalistas expresando su convencimiento de que nada impedirá el referéndum, una fe profunda que ha vuelto a reiterar por Twitter antes de salir rumbo al Vaticano: "Ni los 'espanta-funcionarios' ni los 'caza-urnas' podrán espantar y cazar millones de ciudadanos que queremos votar".