Tanto el PDECat como ERC esperaban un resultado diferente de la reunión que celebró el grupo de Junts per Catalunya, con Carles Puigdemont al frente, en Bélgica. Pero el expresidente de la Generalitat no contribuyó a terminar con el bloqueo político en el que Catalunya está sumida desde las elecciones del 21-D: ni propuso un candidato diferente de Jordi Sànchez, ni confirmó que él y Toni Comín dejan sus escaños para mantener la mayoría independentista en el Parlament.

La investidura de un nuevo 'president' sigue sin fecha. En vez de consagrar a Jordi Turull como alternativa a Sànchez, cuyo nombramiento parece poco menos que imposible por la negativa del juez Pablo Llarena a dejarlo salir de la cárcel para asistir a la Cámara catalana y de la CUP a votarlo, JxCat insistió en argumentos como que los partidos independentistas deben tener "sentido de Estado" para sumar los votos necesarios.

El plan de la formación consta de varias fases sucesivas. En primer lugar, no dan por hecho que la CUP no vaya a cambiar de opinión. "Hay tiempo para investir a Jordi Sànchez", ha asegurado Eduard Pujol, portavoz de JxCat, tras la reunión, informa Silvia Martinez. De hecho, existen conversaciones privadas entre el entorno de Puigdemont y miembros destacados de la CUP para que dos de los cuatro diputados antisistema voten 'sí' en la investidura, aunque los otros dos se abstengan.

De esa manera, el candidato propuesto por JxCat tendría el aval de la mayoría de la Cámara. "En estas circunstancias, con dos diputados independentistas que no pueden participar [Puigdemont y Comín mantienen sus escaños, aunque no pueden votar en el Parlament], la abstención se convierte en un 'no'", avisan fuentes de la candidatura de Puigdemont.

En el caso de no poder convencer a la CUP, que este miércoles volvió a ser muy dura con el acuerdo de JxCat y ERC -que califican de "autonomista" y "neoliberal"-, Puigdemont y Comín podrían plantearse dejar finalmente sus escaños. En ese caso, los votos de los antisistema ya no serían necesarios para que los dos grandes partidos independentistas invistieran al 'president' que considerasen oportuno.

Fuentes presentes en la reunión de Bélgica admitieron que el asunto se había tratado "de manera informal" en el encuentro, aunque tanto el 'expresident' como Comín preferirían buscar otra salida. La posición de ambos como representantes del independentismo en Bélgica quedaría debilitada si se vieran obligados a dar el paso.

Turull en la recámara

Esos planes servirían tanto para investir a Sànchez como para cualquier otro candidato. De hecho, desde el entorno de Puigdemont se subraya que el nombre de Jordi Turull, el plan c de JxCat, no está en cuestión. "Cumple todos los requisitos, y además es militante del PDECat", afirman, recordando que ese es uno de los compromisos con Marta Pascal.

Sin embargo, otras fuentes conocedoras del desarrollo de la reunión aseguran que fueron precisamente las diferencias internas en torno al nombre de Turull las que propiciaron que del encuentro de Bélgica no saliera un plan ya definido, que incluyera una renuncia de Jordi Sànchez a ser 'president' que todas las partes implicadas dan por poco menos que inevitable.

En cualquier caso, el balance de la jornada quedó muy lejos de lo que habían pedido a principio de semana tanto el PDECat como ERC. Si Pascal urgió a formar Govern cuanto antes para pasar página del control de Madrid sobre la administración catalana y Marta Rovira -secretaria general de los republicanos- exigió una "investidura efectiva" que casa poco con la candidatura de Sànchez, JxCat acabó manteniendo al exlíder de la ANC como aspirante oficial. Aunque solo fuera por ganar tiempo.

En lo único en lo que la formación de Puigdemont contentó a PDECat y ERC fue en la constatación de que el independentismo necesita evitar una repetición de las elecciones. Contra las voces que se han alzado en las últimas semanas, en la reunión se asumió que volver a pasar por las urnas sería demasiado arriesgado. Pero, dada la naturaleza voluble del panorama político catalán, las certezas pueden durar un suspiro.