En un mítin frente a la cárcel de Lledoners ante unas 400 personas, Junts per Catalunya (JxCat) cargó ayer duramente contra la sentencia del procés y la democracia y las instituciones españolas. Al inicio del acto, los CDR desplegaron una pancata con el lema Vergüenza de políticos, y durante los parlamentos se calificó al Estado español de «fascista» y se le tildó de «democracia vigilada».

El más contundente de los que intervinieron fue el expresident Carles Puigdemont, quien en un mensaje por videoconferencia comparó a España con Turquía y China (llegó a afirmar que España está «al servicio» del régimen turco) por «violar los derechos humanos». El expresidente de la Generalitat aseguró que «cada vez hay mas gente que se da cuenta de que España es un problema para la democracia europea, que empieza a hacerse insostenible porque amenaza pilares fundamentales» como el derecho a voto.

Puigdemont cargó también contra el Rey Felipe VI, al que se dirigió como «el último Borbón que se atrevió a reprimir a los catalanes, porque no habrá ningún otro».

La cabeza de lista a las elecciones generales, Laura Borràs, hizo suyas varias de las afirmaciones de los presos encarcelados y se reafirmó en el ho tornarem a fer (lo volveremos a hacer). En el mítin se obviaron las propuestas programáticas en beneficio de los mensajes emotivos repecto a los presos.

El candidato al Senado, Roger Español, pidió la libertad para los detenidos acusados de terrorismo. Español atribuyó a las instituciones españolas «puro fascismo».