Cuando termine la votación del domingo, los catalanes habrán elegido a sus representantes políticos en los diferentes ámbitos europeo, español, catalán, municipal en ocho ocasiones en menos de cuatro años. Esta vez, las urnas dejarán un escenario que puede marcar el futuro en la correlación de fuerzas independentistas y facilitar unas nuevas elecciones al Parlament en un plazo de meses.

Junts per Cataluña y Esquerra Republicana abordan la batalla del domingo desde enfoques diferentes. JxCat solo parece tener una bala: la candidatura de Carles Puigdemont al Parlamento Europeo. Una vez que todas las encuestas reflejan que el expresidente de la Generalitat logrará su escaño, el objetivo es conseguir más votos en Cataluña que Oriol Junqueras.

Y lo es, entre otras cosas, porque en el resto de frentes parece que Esquerra parte con mucha ventaja. Ernest Maragall se disputa a cara de perro con Ada Colau la alcaldía de Barcelona, mientras que la lista que encabeza Joaquim Forn y que tiene a Elsa Artadi como aspirante real lucha por que el espacio neoconvergente no quede reducido a la mitad del que ocupa ahora. En el 2015 era Xavier Trias, aún bajo la marca de CiU, quien batallaba con Colau por la victoria y, aunque no la logró, obtuvo 10 concejales.

Pero lo más duro puede estar en el entorno de la capital catalana. La formación ya obtuvo unos resultados desastrosos en el área metropolitana de Barcelona en las últimas elecciones generales. Ahora, se encomienda al ascendiente de Puigdemont para intentar que el hundimiento no se repita.

EL MAYOR DAÑO A ESPAÑA

El 'expresident' se ha pasado la campaña presente, por videoconferencia o efigie, en los actos de Junts per Cataluña. Y su mensaje está claro: es la opción que más daño hace a España. Puigdemont aprovechó la suspensión en el Congreso de los diputados presos para incidir en esa idea. "Todo queda claro. El domingo les tenemos que responder donde más les hace daño: en las urnas!", dijo el pasado viernes.

Para Esquerra, que no niega la trascendencia de la disputa entre Junqueras y Puigdemont por la hegemonía del independentismo, la importancia de las elecciones está más en otros frentes. Primero, en Barcelona, donde subraya la posibilidad de que "por primera vez" haya un alcalde independentista. Pero también en el área metropolitana y en el conjunto de las elecciones municipales: el partido aspira a ser por primera vez la fuerza más votada en unos comicios locales, lo que avalaría la estrategia de Junqueras.

El líder de ERC lograría la guinda del pastel si consigue superar en votos a Puigdemont. Los principales líderes del independentismo se enfrentan en primera persona por primera vez desde las elecciones catalanas del 21 de diciembre del 2017. Aunque en el partido consideran que en cualquier caso las europeas no marcarán tendencia con respecto a futuras elecciones, sí creen que Junqueras puede competir con Puigdemont en la internacionalización del conflicto desde el Europarlamento. Como prueba, las imágenes que se vieron en el Congreso al principio de semana, donde el presidente republicano fue el más solicitado.