El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha afirmado que, si pudiera volver atrás, no suspendería la declaración de independencia como hizo el pasado 10 de octubre. Las "sugerencias" que supuestamente recibió del Gobierno para que lo hiciera y dejara así una puerta al diálogo, subraya en una entrevista del diario suizo 'La Tribune de Genève', eran "una trampa".

"El 10 de octubre teníamos previsto proclamar la independencia, pero yo decidí suspender sus efectos para dejar abierta una puerta al diálogo con el Gobierno español. Era lo que se me había sugerido desde Madrid", sostiene desde Ginebra.

Según Puigdemont, "fuentes directas del Gobierno español, sus mediadores y otros" le habían pedido que actuara así, por lo que él, según asegura, "eligió dar una oportunidad al diálogo". "Lamentablemente era una trampa, ya que no hubo ninguna reacción positiva por parte del Gobierno. Si pudiera volver atrás no suspendería la proclamación de la independencia", sostiene.

En otra entrevista concedida al diario 'Le Temps', Puigdemont ha reiterado que "sigue siendo el presidente" de Catalunya, y confirma que se reunirá durante su estancia en Ginebra con la exdiputada de la CUP Anna Gabriel.