El expresidente del Gobierno catalán Carles Puigdemont proclama en un artículo en la revista estadounidense 'Time' que "el movimiento independentista siempre ha existido y siempre existirá hasta que el conflicto político se resuelva en Cataluña". Desde Bélgica, Puigdemont hace un llamamiento al Gobierno español para que "se siente y dialogue", en plena ola de disturbios tras la sentencia del juicio del 'procés'.

"Es más urgente que nunca que el Gobierno de Madrid se siente y hable. Pedro Sánchez tiene que sacar la cabeza de la arena y afrontar la realidad, incluso si no le gusta. Condenar gente a 13 años de prisión, usar la represión como único método de respuesta y asignar el trabajo de los políticos a los tribunales ya ha demostrado que no funciona en los últimos dos años. Su remedio ha demostrado ser mucho peor que la enfermedad. Le pido al primer ministro Sánchez que se siente y hable", afirma Puigdemont.

"En la mente de los políticos españoles, resolver el problema significa eliminarlo, da igual si encarcelando líderes, amenazando y persiguiendo alcaldes, parlamentarios o líderes sociales, o incluso intimidando a los votantes. La idea de alcanzar compromisos, de reconocer el punto de vista de la otra parte y de hacer concesiones es completamente extraña en la cultura política española", recalca Puigdemont, para luego afirmar que en España aún pesa la herencia del imperio colonial que extendió por el mundo la "violencia y el exterminio". "Compromiso se ve como sinónimo de cobardía. Los imperios no hacen concesiones, sino que imponen condiciones", insiste.

LLAMAMIENTO A EUROPA

Puigdemont, que pasó la noche del jueves detenido en la Fiscalía de Bruselas para comparecer por la euroorden emitida por España, ha defendido en que el 'procés' no es una crisis "regional o interna, sino internacional". "Afecta a una Europa que ha permanecido tanto tiempo en silencio ante las violaciones de los derechos cometido por un estado miembro de la UE", argument en su texto, llamando a la clase política europea a sentirse "moralmente involucrada" en un problema que, siempre según su versión, se cimienta en que políticos han sido encarcelados por sus decisiones políticas.

"El daño a los valores comunitarios fundamentales podría ser irreversible si permitiéramos actitudes que solíamos pensar que existían solo en otras partes del mundo", advierte.

"En la mente de los políticos españoles, resolver el problema significa eliminarlo, da igual si encarcelando líderes, amenazando y persiguiendo alcaldes, parlamentarios o líderes sociales, o incluso intimidando a los votantes. La idea de alcanzar compromisos, de reconocer el punto de vista de la otra parte y de hacer concesiones es completamente extraña en la cultura política española", afirmando que en España aún pesa la herencia del imperio colonial que extendió por el mundo la "violencia y el exterminio". "Compromiso se ve como sinónimo de cobardía. Los imperios no hacen concesiones, sino que imponen condiciones", insiste.