El nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha tomado posesión del cargo prometiendo "fidelidad a la voluntad del pueblo de Cataluña representado por el Parlament", sin citar a la Constitución, al Estatut ni al Rey, en contra de lo que hasta ahora era habitual.

Un abarrotado salón de Sant Jordi de la Generalitat, con un telón negro que desde hace tiempo cubre la pared de fondo que exhibía un cuadro del Rey, ha sido el escenario de la toma de posesión formal de Carles Puigdemont como nuevo presidente catalán en relevo de Artur Mas.

Puigdemont se ha comprometido a seguir adelante con el proceso independentista, pero "no de cualquier manera", ha advertido.

Entre las autoridades presentes se encontraba el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, y la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, que han evitado aplaudir el discurso de Puigdemont y el del president saliente, Artur Mas.

En la toma de posesión, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha modificado la fórmula habitual de la pregunta que se hace al presidente electo para eliminar las referencias al Rey y a la Constitución.

"¿Promete cumplir lealmente las obligaciones del cargo de presidente de la Generalitat con fidelidad a la voluntad del pueblo de Cataluña representado por el Parlament?", ha preguntado Forcadell, a lo que Puigdemont ha respondido afirmativamente: "Sí, prometo".

Antes de la toma de posesión, el ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, había advertido de que "en ningún caso" se podía introducir en la fórmula que use para asumir el cargo de presidente elementos que desvirtuasen el juramento de cumplimiento de sus obligaciones y de la Constitución.

La Abogacía del Estado estudia la fórmula utilizada por el nuevo presidente de la Generalitat en su toma de posesión por si el no haber acatado la Constitución fuera merecedor de alguna acción por parte de los servicios jurídicos.

En su discurso como nuevo president, Puigdemont ha incidido que ha prometido el cargo "explicitando esta lealtad al Parlament y al pueblo de Cataluña", entendiendo, ha dicho, que "el Parlament escoge al presidente y el pueblo al Parlament, en un circulo virtuoso de legitimidad democrática indiscutible".

El exalcalde de Girona ha aseverado que pondrá "las instituciones a trabajar" en la dirección del proceso soberanista, que ha prometido que se hará con "solvencia jurídica" y no "de cualquier manera".

Y ha alegado que Cataluña necesita herramientas de Estado: "Estamos ahogados y humillados financieramente, y menospreciados en la identidad y la lengua", ha denunciado.

En su despedida, Mas ha asegurado que él "sí agradece los servicios prestados" a todos los que le han acompañado en sus años de presidencia, en una clara respuesta al decreto de cese publicado hoy por el Boletín Oficial del Estado, que a diferencia de otras ocasiones no agradece los servicios prestados por el president saliente.

Mas ha sido largamente ovacionado por la mayoría de asistentes al acto, que incluso se han puesto de pie para aplaudir al ya expresident, a excepción de Fernández Díaz, Llanos de Luna y dirigentes como Miquel Iceta (PSC), Lluís Rabell (SíQueEsPot), Carlos Carrizosa (C's) o Enric Millo (PPC).

No se ha visto en el acto al expresidente Jordi Pujol, imputado junto a su familia por la Audiencia Nacional, pero sí a sus sucesores en el cargo, Pasqual Maragall y José Montilla, así como consellers del gobierno saliente y del entrante, y diputados del Parlament, entre ellos tres de la CUP: Eulàlia Reguant, Albert Botran y Gabriela Serra.

También estaban presentes la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el presidente de la ANC, Jordi Sánchez, y miembros de la Mesa del Parlament, como el vicepresidente segundo, José María Espejo-Saavedra (C's), y el secretario Joan Josep Nuet (SíQueEsPot).

Antes y después del acto se ha visto departiendo al líder de ERC y futuro vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, con Fernández Díaz y la secretaria general de ERC, Marta Rovira, una conversación que ha sido "cordial" y se han recordado cuestiones del pasado, aunque Junqueras ha dicho al ministro del Interior: "Nos vemos pronto".

Durante la toma de posesión, varios centenares de ciudadanos se han congregado en una plaza de Sant Jaume medio vacía, a diferencia de otras citas similares en el pasado, que no obstante han silbado a los representantes del Gobierno -Fernández Díaz y Llanos de Luna- así como a diferentes líderes políticos, como Miquel Iceta (PSC) y a representantes del Ejército.

Estos pocos centenares de ciudadanos han vitoreado a Mas, Puigdemont y, minutos antes, a Forcadell, que han salido a la calle para saludar a los asistentes.