Rafael González es enfermero y trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba. Por sus manos y cuidado pasan cada día los pacientes críticos de diversas patologías que están en esta unidad y, por supuesto, también los que tienen covid. González recibió el año pasado un premio del Colegio de Enfermería de la ciudad andaluza por su estudio sobre la técnica de colocar a pacientes entubados en posición de ‘decúbito prono’ (boca abajo), que se ha mostrado especialmente efectiva para tratar a quienes se ven afectados por el coronavirus.

Señala que su experiencia durante la pandemia está siendo “realmente dura”, un sentir que dice que comparten sus compañeros. “Cada oleada que llega es algo que hace un poquito más de mella en nosotros", destaca, por lo que cree “que esto nos pasará factura tarde o temprano porque a mí me da igual tirarme 20 minutos encima de un paciente intentando reanimarle, como el otro día, sabiendo que estamos totalmente protegidos”, pero “yo solo podía pensar en que era un hombre de 60 años , que podía ser mi padre y que había que darlo todo, porque ese paciente tiene familia”. Y comenta con una sonrisa que afortunadamente salió adelante y que “cada paciente que se da de alta es un orgullo”

Rafael subraya que en el día a día ”lo de menos empieza a ser el vestirse, el quedarse una hora de exposición con el EPI puesto” o “las marcas y heridas en la cara” que dejan las gafas de protección. “Lo de más, lo que nos agota a los sanitarios, es ver conductas de riesgo en la sociedad”. Por eso insiste en que “simplemente lo que estamos pidiendo es precaución, porque esto es algo que queda grande a todos los sistemas sanitarios, y eso que tenemos el mejor”. Su aspiración, como la del resto de compañeros, es “evitar un colapso para que podamos atender a los pacientes de forma adecuada”, porque los recursos humanos y materiales de los que disponen son finitos “y eso no puede desdoblarse de la noche a la mañana”.

Recuerda, además, que “detrás de los pacientes covid sigue habiendo otros pacientes críticos que necesitan de la atención´” de médicos y enfermeros, una atención “que está consiguiendo el hospital, pero con mucho esfuerzo”. “Nuestro miedo principal es que no podamos hacer nuestro trabajo de forma adecuada porque nos llegue, por ejemplo, una tercera ola, que ya hablan incluso de marzo -matiza- y vuelva a colapsar un poquito el sistema”. Eso es lo más “duro de todo esto”.

A pesar de todo destaca que tanto enfermería como el resto de especialistas sanitarios, se encuentran “con mucha fuerza y creo que se está haciendo un trabajo con el covid que nos hace pertenecer, quizá, a la mejor profesión del mundo”.

Y entre turno y turno Rafael sigue profundizando en su estudio sobre la técnica ‘decúbito prono’. De hecho ha dejado un segundo trabajo que tenía en la UCI del hospital de Cruz Roja para dedicarle más tiempo. Y aún saca horas para concienciar sobre la importancia de cumplir las recomendaciones sanitarias. Hoy, sin ir más lejos, tenía una cita telemática con chavales de un instituto de Almería en el que se cursan especialidades sanitarias. En esta pandemia tiene que quemar las naves para frenar la expansión del virus que le trae de cabeza.