Comienza un periodo de 48 horas clave para vislumbrar si habrá nuevo gobierno o, rozando el esperpento, nueva llamada a las urnas. El ganador del 26-J, Mariano Rajoy, se reunirá este martes a las 10.30 horasa con Albert Rivera -por la tarde con Pablo Iglesias, de quien ni espera ni pedirá apoyo y en próximas horas con Francesc Homs- y el miércoles, en torno a las once, con Pedro Sánchez. Ambos dirigentes de la oposición acuden a su cita con un "no" en el bolsillo que complica a un PP con 137 escaños la vida. Así las cosas, Rajoy tendrá que afanarse en seducir a Rivera y a sus 31 diputados si quiere empezar a despejarse el camino. En caso de que lograra el acercamiento a los naranjas aún le faltarían votos para su reelección. Pero rozaría ya la mayoría, lo que podría suponer, según algunos barones, que el PSOE reconsiderase pasar del "no" a la abstención de último minuto si el popular se aviene a algunos compromisos relevantes. El equipo más cercano a Pedro Sánchez niega que exista esta posibilidad que sí apuntan desde algunas de las federaciones socialistas. El entorno de Rajoy cruza los dedos para que haya un resquicio y amaga con otras elecciones en caso de que nadie dé su brazo a torcer, contando con que socialistas y Ciudadanos serían los principales perjudicados de otra ronda electoral.

Los conservadores han aguardado para buscar la reunión con Sánchez a que pasara el Comité Federal del sábado. Esperaban más. Se dicen decepcionados porque no se haya impuesto la opción de los que, como el expresidente Felipe González, abogaban desde ya por abstenerse. Admiten que el cónclave del PSOE en el que tenían depositadas sus esperanzas fue frustrante y que Rajoy necesita ahora romper el hielo con Riveral y arrancarle el compromiso de que sus respectivos partidos se sienten en los próximos días, al menos, a intentar negociar.

Desde Ciudadanos de momento no se ofrecen esperanzas. Cierto es que hay una negociación paralela en marcha, la de los puestos del Congreso, en la que a los de Rivera se juegan tener representación. Dependen de los populares o de la generosidad de los socialistas, que tampoco tiene mucha silla para ceder. El vicesecretario de C's, José Manuel Villegas, advirtió este lunes que su posición de partida es el "no" y que continúan exigiendo cambio de políticas y de caras para variar el rumbo. En la Sexta, especificó que siguen queriendo también que el liderazgo del futuro gobierno sea otro distinto al de Rajoy. En días pasados los naranjas han añadido nombres como los de Jorge Fernández Díaz o Cristóbal Montoro a la lista de posibles descartables, según su criterio.

A VUELTAS CON EL 'NO ES NO'

Así las cosas, el popular Fernando Martínez-Maillo subrayó que están dispuestos a estudiar "todas las posiblidades" que plantee Ciudadanos (se entiende que con la excepción de la petición de que Rajoy se vaya). Menos conciliador fue con el PSOE, que dijo que apuesta por dos "noes" incompatibles entre sí: el de la investidura de Rajoy y el que rechaza ir a unas terceras elecciones. "Uno de esos dos 'noes' no se va a cumplir” y con ello apremió a los socialistas a que no “obstaculicen” el nuevo Ejecutivo.

El PSOE no distingue entre el presidente en funciones y otros dirigentes del PP. Su posición sigue siendo que “no es no” y así se lo trasladará Sánchez a Rajoy. El líder socialista, según fuentes de su equipo, enarbolará la decisión del comité federal e instará a los populares a negociar con sus “afines ideológicos”. El discurso oficial señala que los socialistas no se moverán de ahí. “Si cambiáramos de opinión, perderíamos toda nuestra credibilidad”, señaló el portavoz parlamentario de los socialistas, Antonio Hernando. Sin embargo, varios barones y exdirigentes de peso continúan abogando por algún tipo de abstención.

Los matices socialistas

El comité federal del PSOE adoptó una posición el pásado sábado: Pedro Sánchez pasará a la oposición y votará "no" a la investidura de Rajoy. Se suponía que ese debía ser el mensaje oficial al menos hasta que cambiara algo en el escenario político. Pero algunos barones socialistas siguen entrando el matices que hacen surgir las dudas. Así, mientras el extremeño Guillermo Fernández Vara puntualizaba que "a ver quién es el guapo" que bloquea el gobierno si el PP llega a un acuerdo con Ciudadanos, el máximo responsable del PSC, Miquel Iceta -que es partidario de que Sánchez intente un gobierno alternativo al de Rajoy- sugirió que si los conservadores se acercan a los naranjas habrá que abrir una reflexión sobre la abstención. Eso sí, añadió que entre otros sacrificios del PP tendría que dimitir Jorge Fernández Díaz.