El presidente del Gobierno en funciones y aspirante del PP a las elecciones generales del 26 de junio, Mariano Rajoy, remitió una carta a las autoridades de la UE el 5 de mayo en la que solicitaba, forfalmente, mayor flexibilidad para poder cumplir con los objetivos de déficit y esquivar una cuantiosa multa que amenaza a España por el desfase de sus cuentas. A cambio, Rajoy se compromete a adoptar "nuevas medidas en la segunda mitad del año", esto es, dando por sentando que seguirá siendo el principal inquilino de La Moncloa tras los comicios y sugiriendo que podría haber más ajustes, pese a que públicamente se ha comprometido a no hacerlos y a lograr cuadrar los números sólo con ingresos públicos.

Precisamente este es el punto más polémico de una de las cartas y conversaciones telefónicas que, en las últimas semanas, se han intercambiado Madrid y Bruselas, tal y como explicó la semana pasada EL PERIÓDICO, y que han propiciado que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, aplazase su decisión sobre la multa a España para después del 26-J. El Ejecutivo comunitario exige, entre otras tareas, medidas de ajuste permananete para reducir el déficit exgructural, mejorar la formación de los trabajadores o más ayudas sociales para empleados con salarios bajos, y mejorar la formación profesional de grado superior y estimular con fondos públicos la investigación en el sector privado.

EN PRECAMPAÑA

Se da la circunstancia de que el jefe de los conservadores está ahora en plena precampaña y ha garantizado que no hará más recortes y hasta ha confirmado que bajará de nuevo los impuestos, después de haberlos subido en su primera legislatura contra lo suscrito en su propio programa para las generales de 2011.

En cuanto a la misiva dirigida por Rajoy específicamente al presidente de la Comisión, se repasan las principales reformas y las cifras que han acompañado al Ejecutivo del PP en los últimos cuatro años, según informa 'El País'. El objetivo es convencer a Europa de que la "agenda de reformas" y el "esfuerzo" que ha realizado la sociedad española en los últimos años ha logrado que España deje de ser "un problema" para sus socios para colaborar en "dar estabilidad al euro, a crecer y crear empleo".

Tras subrayar cómo la inflación ha influido en todas las economías y los perjuicios que, a criterio de Rajoy, ha supuesto para la senda del déficit trazada el hecho de que haya habido cambios en los gobiernos autonómicos y locales en mayo de 2015 -en clara alusión a los gobiernos de izquierdas que sacaron a los populares de las instituciones-, el presidente español recalca que la coyuntura política sigue siendo "compleja" por la cercanía de las elecciones. Dicho esto, recomienda a Juncker reflexionar sobre si se debe inaugurar la lista de multas a países incumplidores con uno que ha hecho esfuerzos y reformas, aunnque no haya logrado todos los objetivos comprometidos.